- Metafísico. - Psíquico. - Profesor en Parapsicología. -

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miércoles, 27 de julio de 2022

El mal del ataque psíquico

ATAQUE PSÍQUICO

Estos fenómenos implican la utilización de la mente y/o algún campo del cuerpo para afectar otras mentes y objetos inanimados independientemente de la distancia que intervenga o del tiempo que transcurra, y sin recurrir a ninguna herramienta convencional. El  ataque psíquico es invisibles no se ve, ya que es en un nivel mental del subconsciente.

Signos del ataque psíquico. 

  • Miedo y presión.
  • Pesadillas.
  • Visiones hipnagógicas entre el sueño y la vigilia.
  • Exhaustión nerviosa.
  • Gasto y pérdida de fuerza. 
  • Cambios de temperamento.
  • Proyección de formas de pensamiento. 
  • Materializaciones. 
  • Encantamientos.
  • Vampirismo.
  • Fenómenos de poltergeist.

Vivimos en medio de fuerzas invisibles de las que percibimos únicamente sus efectos. Nos movemos entre formas invisibles cuyas acciones muy a menudo no percibimos en absoluto, aunque podamos ser afectados muy profundamente por ellas.

Hay hombres y mujeres con mentes entrenadas que estudian en escuelas de control menta, con capacidad de  aptitudes especiales, teniendo por ejemplo la capacidad  en mundo no visible antes nuestro ojos y pueden entrar en este mundo invisible como un un pez entrando en del océano. Los ataques psíquicos es el empleo de las facultades extrasensoriales de la mente para hacer daño hacia personas u objetos.

La forma más común de ataque psíquico son por parte de la mente de una personas ignorante o maligna hacia otros humanos, sin respetar su albedrio con intensiones dañinas.

Cuando enuncio ignorante, es por su intensiones malignas, ya que todos esos ataques son motivados deliberadamente. Estos tipos de individuo  al  practicar lo hacen intencionalmente buscando pasar sus propios limites hasta considerarse a si misma  poderosos a través de su  EGO. Estas personas son peor que los hechiceros, como nadie les paga para hacer bien, terminan para el lado del mal y solo piensan en su bienestar del dinero con el cual lucran. Ellos experimentan como un hechicero a nivel psíquico buscando lograr experimentar sus limites. 

Ellos ni pueden sanarse a si mismo, porque ellos también se enferman. 

Como no logran tener la prosperidad merecida por DIOS, ellos  logran su prosperidad dañando a los inocentes por dinero. Son grandes manipulares psíquicos, buscan ser considerado como personajes de sus poderes.

Ellos mediante la percepción extrasensorial facultad del tipo clarividencia logran la capacidad de obtener información sobre objetos, una persona, un lugar. 

Su entrenamiento es el plano mental, desarrollando  sus percepciones extrasensoriales con capacidad para perfeccionar su adivinación y obtener su revelaciones.

Más comúnmente casi siempre trabajan de noche, si hay un ataque psíquico en la noche, esa fuerza es suficiente para hacerse notar, pronto empezarán a aparecer en los sueños por sus características:

  • Estos psíquicos no tienen horario, pero para lograr su cometido atacan por la noche o en la madrugada, el  cual se sabe que la persona está en pleno estado de  relajación  de sueño  y el cuerpo esta indefenso
  • Pueden enviar entes mentales para asediar a sus victimas de cualquier forma que deseen.
  • También  pueden contaminar los alimentos, que consumimos, hasta parasitarios con cualquier forma,así afecta la salud. 
  • Pueden asediar con plagas.
  • Tienen la capacidad de ver a través de sus ojos y ver su entorno.
  • Puede hacerlo enfermar.
  • Puede manipular a la persona como títere y un montón de factores
  • Es extremadamente raro que un ataque se manifieste de la nada. 
  • No estar con nuestro estado normal de la mente, cuerpo y circunstancia, es porque nos encontramos  medio de una batalla psíquica. 

Todo ataque es incapaz de conseguir un agarre sobre el plano físico, y es limitado entre la frontera entre la materia y la mente que percibimos en el umbral del sueño. Esta es una experiencia muy terrible, pues la víctima tiene miedo de dormir y no puede mantenerse indefinidamente. Fatigado por el miedo y la falta de sueño, el derrumbamiento mental pronto sobreviene.

El fenómeno de la repercusión es bien conocido, el fenómeno en el cual aquello que le acontece al cuerpo sutil se refleja en el cuerpo denso, de modo que después de un retorcimiento astral durante el sueño, se podría encontrar con marcas  en el cuerpo físico, a veces magulladuras de un modelo definido y desapareciendo en el curso de unos pocos días.

Los malos olores son otra manifestación de un ataque astral

La esencia de un ataque psíquico ha de encontrarse en los principios y operaciones de la sugestión telepática. Si reunimos lo que sabemos de telepatía y lo que sabemos de sugestión, entenderemos su modus op-randi.

La sugestión es de tres clases: Autosugestión, Sugestión Consciente y Sugestión Hipnótica. 

La distinción, sin embargo, no es tan fundamental como parece a primera vista; pues la meta de todas las sugestiones en la mente subconsciente es la misma, y no se vuelven operativas hasta que ésta se alcanza. La sugestión se distingue de las amenazas y las apelaciones a la razón por el hecho de que éstas apuntan a un blanco en la mente consciente. Si tienen éxito, se  debe  aquí  a la esencia de la personalidad consciente, por coerción o voluntariamente. Pero la sugestión no hace su apelación a la conciencia, sino que apunta a poner las manos sobre los brotes de acción en la subconsciencia, y manipularlos desde ahí.

La autosugestión de da por la propia mente consciente de uno a su propia mente subconsciente. 

Ahora, cualquiera puede preguntar, 

¿por qué no puedo dar órdenes a mi mente subconsciente directamente, sin tener que recurrir a los atavíos de la sugestión?

La respuesta a esta pregunta es muy simple. La mente subconsciente pertenece a una fase de evolución mucho más primitiva que la mente consciente; pertenece, de hecho, a una fase anterior al desarrollo del habla. Dirigirse a ella en palabras, por lo tanto, es como hablar a un hombre en un lenguaje que no entiende. A fin de tratar con él tenemos que recurrir al lenguaje de los signos, los arquetipos. Así ocurre con la mente subconsciente. No es de utilidad alguna el decirla, "Haz esto", o ''No hagas eso". Debemos hacer una imagen mental de la cosa que deseamos hecha, y mantenerla en la conciencia hasta que comience a hundirse en la subconsciencia. La mente subconsciente entenderá este cuadro, y actuará sobre él. El actor que desea curarse del miedo al escenario, fracasará en hacerlo así si dice a su mente subconsciente. "No estés asustado'', si hace un cuadro mental del temor al escenario y dice a su yo subliminal, "Ahora bien, no hagas eso'', el resultado será desastroso, pues el yo subliminal verá el cuadro y omitirá la negación, porque la palabra "no" no tiene sentido para él. A fin de manejar efectivamente la mente subconsciente, hacemos un cuadro mental de la cosa que deseamos hecha, y la mantenemos en la mente por aplicaciones repetidas hasta que e! subconsciente comienza a ser influenciado y asume la tarea por su propia cuenta.

Este es el resultado final de toda sugestión, y las diferentes clases de sugestión se distinguen, no por la diferencia en el resultado final, sino por la puerta a través de la que entran a la mente subconsciente. La autosugestión se origina en nuestra propia conciencia; la sugestión despierta se origina en la mente de otro y es transmitida a nuestra mente por los canales ordinarios de la palabra hablada o escrita; la sugestión hipnótica entra directa a la mente subconsciente, sin incidir en absoluto sobre la conciencia.

La sugestión hipnótica: (significa, literalmente, sugestión hecha durante el sueño, y es hasta cierto punto un nombre equivocado) es de tres clases: en primer lugar, la verdadera sugestión hipnótica hecha cuando se ha vuelto al sujeto insensible por pases magnéticos o fijación de los ojos sobre un objeto brillante; en segundo lugar, la sugestión dada durante el sueño normal, como Coué (técnica terapéutica basada en la autosugestión desarrollado por el psicólogo francés Emile Coué) ,aconseja que debería hacerse con los niños, en mi opinión un procedimiento sumamente indeseable; y, en tercer lugar, la sugestión telepática. Todos estos modos de sugestión entran a la mente por detrás del censor; es decir, son independientes de la conciencia, a la que no se le pide cooperar, ni tiene el poder de inhibirlas. En la mayoría de los casos, las sugestiones hechas de este modo nunca son reconocidas como viniendo desde fuera, sino que sólo son descubiertas después de que han madurado en la subconsciencia y están comenzando a tener efecto. No vemos la semilla invisible, que ha sido sembrada en nuestra mente por la mente de otro, pero en el curso debido la germinación tiene lugar, y el brote de fuerte crecimiento aparece por encima del umbral de la conciencia como si fuera vegetación nativa. El sugestionador mañoso siempre busca hacer armonizar sus sugestiones con el sesgo de la personalidad; pues si no lo hacen así, los complejos subconscientes establecidos las expelerán antes de que tengan tiempo de echar raíces. Todo lo que él puede realmente hacer es reforzar y estimular las ideas e impulsos que ya están ahí. No puede injertar un renuevo de rosa en un cultivo de lilas, pues meramente se mustiará y morirá. Para que tenga lugar el crecimiento de las semillas de pensamiento deben encontrar un suelo con el que congenien. Es aquí donde yace la fuerza de la defensa. Podemos no ser capaces de impedir que las mentes de otros nos envíen sugestiones, pero podemos purificar de tal modo el suelo de nuestras propias naturalezas que ninguna sugestión dañina pueda encontrar un lecho de siembra con el que congenie. Es una cuestión simple el arrancar una planta pequeña de ortiga, pero es un asunto bien diferente el erradicar un plantado espeso de raíces enmarañadas y brotes pinchudos, de muchos años de edad.








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