La Compasión: la verdadera compasión está llena de amor, no es
piedad sino respeto. Cuando ustedes ven a los pobres padeciendo hambre, ellos
son todas almas diferentes que han hecho elecciones en esta reencarnación, ellos
solo son una pieza del rompecabezas de este mundo tridimensional. No estoy
tratando constantemente de justificar su sufrimiento, el tema es que hay algo
con mucha profundidad del Alma, una dimensión detrás del sufrimiento, con la
que ustedes no están actuando justamente, ni los gobiernos de vuestros países. ¿Cuál
sería la respuesta de esas almas? A esas Almas que padecen la indignación y la
rabia en el que están atravesando
Pero, me gustaría decirte algo
acerca de este infame no hacer nada. A ti en particular que piensas
literalmente: el no hacer nada. Te voy a hablar con respecto al decir al no
hacer nada.
Tú deberías saber que tu amor, donde el amor significa: permitirle a ella ser completamente libre en su elección, puede llevarla a un punto del cambio. La energía de la Compasión surge de tu Alma, es el querer cambiar dentro de ti y querer mostrar a otros el camino, el de querer llevar a alguien a un cambio de pensamiento de su realidad. En efecto, tú Alma entonces le dices al otro: tú no estás bien en el camino en que estás. Yo te amo, realmente, pero…En la Gran energía del amor incondicional, todo está permitido ser, puedes de hecho invitar a alguien a tomar un paso hacia delante, a liberar al otro del temor de su Alma, el hambre de su pobreza. Y entonces al dar eso, libera dentro de tu Alma la energía de la Compasión y te digo algo: eso libera a tu Alma hacia la verdadera energía del verdadero Amor reflejada hacia ti misma. Tú no te das cuenta que, al liberar esa energía estás dando mucho. Tú no te liberas de la otra persona, sino de tus deseos de dar/ayudar, de tu esperanza, de tus ideas acerca de lo que está bien para el otro. Lo que le das al otro al soltar tu energía y es esa cosa es algo asombroso. Es la verdadera Compasión de tu Alma, hacia otro Alma semejante. Dios está en ti y Dios también está en el otro, Al abrirte, Dios se manifiesta en ti a través de tus actos de la Compasión y ese es tu propio Amor de tú sí mismo.
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