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viernes, 7 de octubre de 2022

El ego

La gran mayoría nosotros vivimos dominados por el Ego, a un nivel consciente e inconsciente.

El error del yo de nuestro ego, es mostrándonos en ser cómo nos gustaría ser en nuestro mundo exterior, en vez de mostrándonos de como deberíamos ser en realidad. Ya que existe dos realidades: la realidad del mundo externo y la realidad del mundo interno.

 

La realidad del mundo externo: son los conjuntos de cosas y fenómenos materialistas de conexiones mutuas que existe con nuestro mundo exterior, ella es independiente de nuestras sensaciones, y percepciones, y es independientemente a nuestra mente y a nuestra conciencia. El cual se denomina también realidad física.

 

La realidad del mundo interno: es nuestro motor que impulsa a hacer las cosas que deseemos, ella gobierna nuestras acciones. Si nosotros estamos bien interiormente, también lo estaremos afuera. Por eso debemos desarrollar y mejorar nuestras relaciones internas, eso nos hará que tengamos una vida mucho las fácil y agradable. También nuestra realidad interior tiene conexión con nuestra conciencia, en ella reside nuestro centro espiritual y de ella surge el potencial de nuestra creatividad constructiva.

 

El ego representa la máscara de nuestra personalidad, esa mascara es una forma de protección inconsciente de mostrarnos para que no vean quienes somos realmente. Literalmente evitando el contacto con nuestro auténtico yo, es decir con nuestro auténtico ser. Tu sabes que no es fácil tolerar todas esas frustraciones que no satisfacen nuestras necesidades en nuestra realidad externa. Esa máscara son los instrumentos que utilizamos para intentar adaptarnos a las circunstancias de la vida y, así, reinventarnos para seguir adelante. Nos permiten actuar como si fuésemos capaces de cualquier cosa y nos protegen de lo que creemos que puede dañarnos.

 

Según Jung:

La persona o máscara es un concepto de la Psicología que se utiliza para designar aquellas partes del Yo que mostramos a los demás. Está constituida por todo lo que valoramos, todas las características que fuimos apropiando porque observamos en el desarrollo que tenían una buena recepción en nuestro entorno.

 

En nuestra vida cotidiana utilizamos diferentes máscaras en los diferentes roles de nuestra personalidad. Esos papeles que representamos nos aleja cada vez más de lo que debiéramos ser en verdad. A través de esa máscara necesitamos que nos halaguen, que nos reconozcan, de esa forma nos sentirnos aprobados por los demás, y necesitamos tener el control de las situaciones y de las personas, deseamos tener el poder sobre nuestras situaciones de nuestra realidad externa, pero en realidad en lo profundidad de nuestro ser hay temor. Miedo. El ego es el personaje de nuestra mascara de nuestra personalidad. Ese ego nos va alejando de nuestra sencillez, de nuestros instintos naturales de nuestra percepción de nuestro ser, nos va metiendo en las propias complicaciones de la vida de nuestro mundo exterior percibidas a través de nuestros ojos.

 

El descubrimiento de nuestro ego tiene por objeto fomentar nuestra relación con el inconsciente y expandir nuestra identidad compensando, de ese modo, la unilateralidad de nuestras actitudes conscientes con nuestras profundidades inconscientes. El descubrir a nuestro ego nos permite estar en el lugar correcto del modo correcto. Cuando mantenemos una relación correcta con nuestro ego, nuestro inconsciente deja de ser un monstruo diabólico. Porque nos puede resultar peligroso cuando no le prestamos la debida atención. Cuando logramos una relación adecuada con nuestro ego restablecemos el contacto con nuestras capacidades ocultas. El yo interno.

 

Entonces cuando nuestro ego deja de ser lo natural, se mueve en una falsa realidad en la cual nos movemos, creamos una personalidad ideal, de la cual actuamos en ella, con una falsa autoestima que necesitamos proyectar para que nadie pueda ver nuestra inseguridad que escondemos en nuestro interior (el miedo), mostrando una imagen a través de nuestra máscara de nuestro yo y es la que nos relaciona con nuestro mundo exterior de nuestro entorno y necesita ser identificado y reconocido por nuestro rol.


Los efectos del ego

 

Toda nuestra existencia enfocada en la dimensión de nuestro ego, provocará que todas las acciones que pudiéramos tener en nuestra vida a través de las iniciativas, no lo logremos por miedo a fracasar, todo ese condicionamiento nos pone en una zona rutinaria e cómoda en donde alimentaremos a nuestro falso Yo, a través de la aceptación y halagos. Todo ese condicionamiento de nuestro terreno forma nuestros hábitos en la vida y nuestro mundo de la aceptación. Eso no nos animará a arriesgarnos a lo desconocido por miedo ¿saben por qué? por miedo de recibir rechazos o críticas. Cuando tenemos una autoestima verdadera, no tenemos miedo a explorar lo desconocido, porque no nos interesa las desaprobaciones que digan los demás, eso que nos molestan no nos afecta y de esa manera aprovechamos todas las oportunidades de aprender de nosotros mismo de todo aquello que nos haya salido mal, sin dañar nuestra cualidad personal.              

         

Cuando nuestro ego no logra satisfacerse de nuestro mundo exterior, nos sentimos mal, entonces desatamos a través de nuestras emociones, las energías como la rabia, la pena, el miedo, el rencor, el odio, la envidia, etc. Creamos una falsa seguridad disfrazada, cuando recibimos las críticas, o cuando no somos aceptados y cuando no somos reconocidos es cuando la máscara se derrumba y allí es cuando podemos percibir lo que en realidad es la otra persona o de lo que pensábamos de ella. La identidad de nuestro ego depende de todos demás personajes de nuestro mundo externo piensen de nosotros y de lo que recibamos reflejadas de la sociedad. Por eso es importante que el ego no domine nuestra vida.

 

La verdad, cuesta saber cuándo estamos siendo dominado por el ego, la única forma de percibirla es a través de la observación misma a través de los actos que realicemos. Lamentablemente el ego es fundamental para el equilibrio de nuestra psiquis, pero cuando no limitamos nuestros excesos, ello nos puede ocasionar un gran problema para nuestros estados de salud y de esa forma afectando nuestro bienestar psicológico. Debemos comprender que cuando el ego distorsiona nuestra realidad, es través de nuestras acciones, por ejemplo, cuando no salimos de nuestro estado de confort, por miedo a arriesgarnos a la toma de decisiones que podrían llevarnos hacia el fracaso y eso es porque no tomamos las decisiones sobre lo desconocido. Podríamos crear miles de excusas por no cambiar nuestro estilo de vida ¿sabes por qué? Simplemente por miedo al fracaso. Esa falsa autoestima de nosotros mismo  pensando que somos optimista y creyendo las cosas positivas sobre nosotros mismo.

 

Tenemos la tendencia de demostrar nuestras habilidades y de convencer a los demás de lo que somos, hablamos de todos los recursos que tenemos, de todos nuestros logros y de esa forma logramos que los demás nos devuelvan esa imagen de nuestras habilidades. Estamos siempre en la búsqueda constante de la aprobación de los demás y eso va reforzando nuestra autoestima. ¿y porque pasa eso? Eso nos pasa, cuando no nos reconocen, ni no nos valoran y por eso nos sentimos mal al no recibir eso refuerzos de reconocimiento. Claro, necesitamos la constante necesidad del reconocimiento y es lo que nos define y nos impulsa. Tratamos constantemente llamar la atención a los demás, damos magnificas explicaciones, hasta buscamos teatralizar nuestras conductas para llamar la atención de los demás. Seguramente alardeamos contantemente sobre nuestras posesiones, del conocimiento que poseemos, que hayamos tenido relaciones sexuales con algún género, de nuestras cualidades y la constante necesidad de presumir. Y siempre llamando la atención en dar nuestra opinión cuando nadie no la ha pedido.

 

El refrán dice “Dime de qué presumes y te diré de qué careces” para sintetizar esos casos en los que una persona se atribuye una virtud, pero no tarda en dar señales que contradicen eso mismo que pregona.

 

Estamos constantemente pendiente en dar impresiones a los demás y eso provoca que estemos más atento en eso, en vez de la situación en sí. También debemos entender que existe diferentes tipos de ego que domina a la mente humana y eso distorsiona la realidad. ¿Probablemente te sientes identificado? Lo ideal es lograr percibirlo para buscar las soluciones que nos permitan resolver esas situaciones. La solución es dejar que salga la verdadera esencia de nuestro ser interior. Nuestro ego desarrolla mecanismo de protección y a veces nos dejamos dominar. ¿sabes porque? Porque nos sentimos más seguro antes los ataques, las malas críticas de los demás y de las experiencias que no pudimos enfrentar. Ese otro, el ego nos apropia, nos confunde y nos aleja de nuestro verdadero ser e impidiendo que las verdaderas cualidades surjan de nuestro corazón, a través de nuestras emociones. Somos bastantes testarudos focalizando constantemente nuestra mirada hacia nuestro mundo exterior y dejamos de buscar la constante búsqueda de la aceptación.

 

No pretendamos ser más de lo que somos, ni tampoco pretendamos creer que somos menos, tratemos de disfrutar de las pequeñas cosas, llenándonos de satisfacciones personales en la búsqueda de cultivar nuestras verdaderas cualidades y esa es la creatividad, es la magia de nuestro ser interior.

Tratemos de eliminar de nuestra vida las culpas, las exigencias, el perfeccionismo, así también todo ese sentido de la necesidad de siempre de considerarnos un triunfador, así la tendencia de que siempre tenemos la razón y esa tendencia de la avaricia que siempre queremos más... más

 

Casi la mayoría de la sociedad imaginamos que el ser humano es simple, pero en realidad somos complicados, ¿Por qué es eso? Esa complicación es gran problema para nosotros, son nuestros propios pensamientos, nuestros propios miedos y todos esos condicionamientos externos nos paralizan, todos esos problemas son causadas por nuestras experiencias en nuestra realidad externa.

 

El miedo

 

El miedo es uno de nuestros grandes problemas, ese miedo podría provocamos los ataques de pánico o una crisis de angustia, como así también las grandes preocupaciones intensas frente a los estímulos que representan un peligro para nuestro mundo exterior del yo, afectando la integridad de nuestro cuerpo físico y nuestro cuerpo emocional. Todo ese movimiento de reacciones suele estar acompañadas por nuestros pensamientos negativos, catastróficos y aterradores.  

 

Quién de nosotros no pasado por los procesos de crisis de angustia, son desagradables e inundan a nuestra mente con pensamientos negativos. Cuando más intensidad de energía le pongamos a los síntomas de nuestras experiencias, más se incrementa las sensaciones de miedo. Todos esos problemas afectan a nuestras emociones sanas, por eso debemos ocupar a nuestra mente con otros tipos de pensamientos. Uno de las formas es mirar programas que te produzcan la alegría y así puedes vibrar en una frecuencia positiva

 

Por eso debemos ser más responsable en la vida y ser más consciente sobre nuestro desarrollo de nuestra personalidad, en realidad no debemos tratar de eliminar a nuestro ego o arrancarlo de nuestro cuerpo. Ya que el ego es parte de nuestra personalidad y eso es inevitable. Una de las formas es lograr disminuir sus influencias negativas en nuestra vida cotidiana, es el tomando conciencia cuando el ego nos esté afectando a nuestros pensamientos o manipulando nuestra conducta a través de los actos.

 

 Gandhi dijo algo acertado:

“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.”

 

Por lo tanto, debemos tomar consciencia cuando percibimos la influencia del ego, en ese momento debemos dominarlo y de esa forma lograremos tener una actitud más acertada en la acción de decidir y de esa forma lograremos nuestra liberación del rol victimista.

 

Ponernos en el rol de víctima nos produce la incapacidad de ver las situaciones conflictivas y a veces nos imaginamos que todo el mundo está nuestra contra nuestra. Debemos dejarnos de victimizarnos, así también, dejemos de repetir esa manera de comunicarnos de frases, como, por ejemplo, al decir: no es justo, las cosas deberían ser así y no es como yo querría, tengo derecho a esto o cualquier otra cosa justificándola. ¿Qué situaciones nos provoca? Todas esas situaciones, detona nuestra ira y esa forma energía negativa afecta a nuestros sentimiento y eso nos desencadena la frustración. Porque nadie está obligado a satisfacer esas necesidades. Debemos liberarnos de todas esas actitudes que nos generan sufrimiento como, por ejemplo: la necesidad de tener siempre la razón, de sentirnos ofendidos creyendo que los demás son los que nos atacan, la necesidad de ser un ganador y pretender ser mejores que los demás, la identificarnos por nuestros logros y demostrándonos hacia los demás que somos mejores, en el deseo de tener posesión y de desear más. Por eso debemos tomar conciencia del ego, debemos trabajarlo y observarlo desde afuera para no ser absorbido por él. En todo caso literalmente se puede trascender a través del ego, pero no por medio de él. Un ego trascendido no mira hacia dentro, sino mira el mundo exterior, ya que el ego no tiene comunicación con nuestra parte interna, en una palabra, nuestra alma, pero esa parte interna de nuestro ser tiene comunicación con el ego a través de los actos de la conciencia. Nuestro ego es celoso, no le gusta compartir y se rige exclusivamente con la realidad externa de la dimensión física. Por lo tanto, si tomamos conciencia sobre nuestros actos, nos liberamos del egoísmo material y de esa forma dejamos de ponernos al servicio de trabajar con uno mismo, sino para trabajar para los demás y para la propia sociedad.

                                                                                                                       .

El aceptarse a sí mismo, nos permite una vida menos enmarañada. Solo te puedo decir que escuches a la esencia de tu yo interior, ya que cada uno lleva dentro de si ese potencial que merece la pena. No dejes que el ego te nuble la mente y anule tu intuición. Libérate de lo peor de ti y del enmarañamiento de las emociones tóxicas.






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