El ser humano posee un cuerpo físico,
esa corporeidad es también un contenedor o receptor en el cual residen la mente,
el alma y espíritu, con la libertad del libre albedrío. A través de sus estímulos debe
lograr su crecimiento espiritual a través de las oportunidades de aprender las
lecciones de las experiencias de la vida y ese es su gran reto. Por lo tanto,
cuanto mayor es la densidad, mayor es el nivel de aprendizaje de la consciencia.
El Alma es una energía de pensamiento, es un ser energético, el Padre es Mente
y sus hijos son a su imagen, por lo tanto, el Alma es una partícula del
pensamiento de Dios individualizada. El alma densa, se ha ofrecido voluntariamente para reencarnar en el contenedor de un cuerpo físico humano, con un acuerdo contractual para olvidar su verdadera naturaleza de su Alma
durante toda su vida humana o a menos que conscientemente desee buscar la información para su despertar.
Todas las dificultades que se producen para despertar dentro de la ilusión que
llamamos la realidad consensuada. Siempre existe el miedo escondido en el inconsciente cuando se entra en
la encarnación, ese miedo es la negatividad misma y si ese miedo no se logra transmutar, el ser no despertará en absoluto, sino, que estará perdido
durante toda la experiencia de la vida.
En ese tránsito del proceso de aprendizaje
de las experiencias de las vidas, el Alma debe lograr alcanzar las Altas
Vibraciones Frecuencias para alcanzar su Maestría, a través de los logros de
los atributos de la Paz, la Armonía, el Equilibrio, el Amor, la Gratitud, el
Aprecio, la Bondad, la Dulzura, la Paciencia, la Tolerancia, la Comprensión y
de la verdadera acción de la Compasión. Logrando de esa forma convertirse en un
faro de Luz y simplemente emanando esas Cualidades de la Energía Central. Al graduarse
en esta densidad de este mundo tridimensional, esos Maestros físicos deberán convertirse
en los iniciados para lograr transformarse en verdaderos Avatares Guardianes de
la Tierra. A medida que el sistema planetario recorre las diferentes áreas de
densidad de energía en la galaxia, esperando que se produzca la apertura del
portal hacia la ascensión dimensional de luz (esto se producirá dentro de miles de años
en el futuro), cuando la cosecha esté lista y los graduados Avatares Guardianes
de las eras anteriores ascenderán a la siguiente densidad de la 5ta Dimensión. Estos
cambios ocurren en una forma precisa, en ciclos de tiempo mensurable. Los
Iniciados, se convertirán en los Nuevos Avatares Guardianes, reemplazando a los
otros Avatares Guardianes que se marcharan a la 5ta dimensión y a partir de allí,
esos iniciados serán los Nuevos Avatares Guardianes de la Tierra. Estos Nuevos Maestros Avatares deberán esperar que las Almas humanas logren su graduación en la Maestría en el
mundo físico, para así lograr inicializarlos, para cuando llegue el momento cuando la
cosecha esté listo, ellos puedan partir a través del portal de la ascensión y ser
reemplazados por los nuevos candidatos iniciados… y todo esto se repite y
repite. Nadie puede salir de este mundo, sino es no es a través
del logro de su Maestría del Alma.
Toda esa distorsión que afectó al
pensamiento-Alma puede ser vista como una unidad separada de la Creación (ya
que El Todo es El UNO), incluyendo todas las ideas filosóficas, las enseñanzas y
conceptos relacionados con la Unidad, así como cosas tales como la naturaleza
de la luz en las diferentes densidades, ya que sólo hay Una Luz que se ha
"distorsionado" a sí misma y no ha regresado completamente a la
Unidad.
Toda Alma en la Tierra va a graduarse y todas aquellas que no estén listos para acompañarla, tendrán que retroceder y a volver a seguir el mismo curso. Aquellos que fracasen esta vez, al final del gran ciclo, han de volver a repetir las encarnaciones y experiencias en los nuevos ciclos de la Tierra. Si la humanidad supiera cuánto tiempo se ha visto detenido sus procesos a través de repetir las mismas experiencias, si lograran tomar conciencia y conociera todos sus sufrimientos de todas las experiencias de sus vidas pasadas, como así también todas las ansiedades de sus sufrimiento, todos los problemas de la tierra desaparecerían. Si en verdad lo supiese y lo creyese. Pero, está claro, que no se dan cuenta.
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