El parasitismo define como una relación en la cual uno de los participantes, el parásito, daña a su huésped o vive a expensas de él. Hay especies utilizando el parasitismo como medio de vida, ya sea para incubar huevos de otras especies o para inocular larvas que devoren lentamente a su víctima, sin que esta se dé cuenta.
El hombre no es un
objeto, es un campo de energía, cada persona tiene un campo energético propio,
formado por distintos planos: físico, etérico, emocional, mental, espiritual.
Su aura luminosa que rodea al cuerpo es la radiación electromagnética de sus
campos. El hombre como campo de energía con polaridad, vive en una sociedad donde
la masa colectiva se mueve, se relaciona con su medio, interactuando con una
muchedumbre de personas con sus respectivas energías de polaridad. Esas
conexiones se dan en función de la satisfacción de sus necesidades. El hombre
es como una pelota, vive en su entorno sin percibir el campo de energía de las
emociones y pensamientos negativos de sus semejantes
No puede evitar y
percatar en su condición como Ser Energético
que ha sido parasitado en ese entorno, ya sea en lo laboral o social. Como el
hombre es un campo de energía, generado por su propia Ser Energético, pero… hay una energía negativa de otros recurriendo
hacia nuestro campo energético con intención de parasitar y de esa forma cambia
nuestra energía y es difícil de detectar. Son muchos los humanos que parasitan
a su semejante y extraen de Él todo su potencial energético. Esa parasitación
se realiza sin ser conscientes, a veces observamos algunas causas aparentes
repentinas, como el bajón energético, el estrés, como una anemia, una baja de
nuestra energía vital…pero nunca imaginamos que alguien nos este parasitando o
vampirizando cada día en trabajo, en alguna reunión con amigos, o en un shopping
o conglomerado de muchedumbre.
Las larvas de los mundos astrales
Son un tipo de
parásito son desapercibidos, no se ven, están en otro rango de nuestro plano,
invisibles ante nuestros ojos, provocando una vorágine emocional de energía
para alimentarse. A veces la identificamos, con solo alejarnos de la presencia
de ese entorno, sentimos la mejoría.
Para comprender
porque nos parasitan, tendríamos que entender que somos y que hay dentro de nuestro Ser como para ser parasitados. Debemos
comprender que parte de Ser es un
conjunto de materia, de carne y huesos, también ese cuerpo contiene una mente,
un espíritu y un alma.
Somos un conjunto de forma de energía que fluye ilimitadamente, que vive y tiene conciencia de sí mismo. El hombre no percibe las emanaciones de vibraciones energéticas que su cuerpo emite, ni como esta influye en todo el entorno, ni como esa energía esa generada por nuestros sentimientos y nuestras emociones, esas sensaciones, provocan que la frecuencia de vibración se eleve o se deprima. Esos estados son ideales para ser parasitados.
Estos parásitos viven
en lo que se ha denominado el mundo astral, una densidad vibratoria más sutil y
oscura, y ellas se alimentan
básicamente de lo energía negativa. Tienen la capacidad de interactuar con
nuestro entorno y pasar desapercibidos ante nuestros limitados sentidos, esto
no quiere decir que no puedan ser percibidas por sentidos o incluso vistos,
para ello solo se requiere un cambio de conciencia elevada
La negatividad
Es un conjunto de pensamiento, sentimientos y creencias, alimentado a los estereotipos negativos, como la tristeza, la angustia y todos los topos de comportamiento negativos. Esa negatividad persiste es las actitudes de algunas personas, sino que además es contagiosa entre las personas
Esa energía negativa es su ser impuro, requiere de un consumo de energía, para saciarse y satisfacer sus necesidades. Una forma para repelerlos es tener una actitud positiva, de esa forma las vibraciones positivas lograrían repelerlas. Pensando o vibrando en una frecuencia de pensamiento negativo seria lo contrario, los atraería. Nuestros cuerpos energéticos más sutiles son una gran fuente potencial de alimento de estos seres negativos.
El hombre debería tomar conciencia de ellos y siempre estar atentos de ellos, ante su peligro asechando desde las sombras. Y debe tener la voluntad de estar vigilante de ellos y tener cuidado de no ser manipulados a través de los pensamientos de baja frecuencia y mantenerse en la Iluminación de la Conciencia.
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