La perdida emotivo del hombre

Toda lo que acontece al ser humano en su medio, lo afecta y forma su personalidad. Porque el individuo, se siente impotente, se siente solo, indagando, defraudado, angustiado e inseguro y toda esa influencia es una amenazada y una impotencia sintiendo la pérdida de su libertad. Todo individuo necesidad de expresar sus pensamientos y emociones y sentir su libertad. Por esas consecuencias psicológicas de la impotencia, su condición los lleva a transformase en un ser autómata, perdiendo su Yo, perdiendo su propia determinación y de esa forma logra perder su liberta. Pero las verdaderas expresiones de los sentimientos espontáneos vienen de la personalidad genuina. El hombre se hace y se educa con el hombre. En nuestra cultura la educación conduce a la eliminación de la espontaneidad-naturalidad, su instinto innato, sustituyéndola por actos psíquicos siempre apelando a la razón o a las convenciones sociales. Una de las formas tempranas de la represión son los sentimientos es la hostilidad. Muchos niños tienen manifestaciones de hostilidad y rebeldías por la consecuencia de sus conflictos en su mundo de su entorno y reprimen su expansión de su yo, el cual se siente cada vez más débil y con el tiempo terminan cediendo. Por eso el propósito de la educación es el de eliminar la reacción del antagonismo. Sus métodos son diferentes -como las amenazas y los castigos- que aterrorizan al niño. También están los métodos finos como el soborno o la expiación, que lo confunden, obligándolo a corregir su conducta de las culpas por sus acciones y termina abandonando su hostilidad. El niño comienza a eliminar la expresión de sus sentimientos y se le enseña a no reparar en la existencia de hostilidad y a falta de sinceridad en los demás. Los niños se hallan dotados de una cierta capacidad para percibir en los demás las cualidades negativas y no dejarse engañar tan fácilmente por las palabras. En cambio, eso no ocurre con los adultos, como reflejan la reacción de la hostilidad hacia las personas que le engañan por falta de sinceridad. Cuando ese niño alcance la madurez, perderá la capacidad de discriminar entre una persona decente y un hombre ruin, hasta tanto este último no haya cometido los mismos actos.

Aquello que la educación no puede llegar a conseguir, se cumple luego por medio de la presión social.  Si una persona es seria, es probable que digan que no tiene un carácter agradable, esa persona necesita tenerlo para relacionarse con el otro con una sonrisa. El ser amistoso, alegre expresando su sonrisa, lo transforma en una respuesta automática, pero la mayoría de las veces se pierde esta noción y se pierde la amistad espontánea. Al suprimir el sentimiento de hostilidad. se matan los sentimientos sanos amistosos se termina sobreponiendo su falsificación, sino que también hay una amplia gama de emociones espontáneas que son reprimidas y reemplazadas por pseudo-sentimientos, que aparecen en nosotros, como resultados de procesos mentales; es la usurpación de nuestra mente y opuesto a los sentimientos reales originarios. Por ejemplo, la represión es causada por la intensidad del deseo sexual y ella también debilita el valor del individuo en su expresión espontánea de sus sentimientos. En nuestra sociedad se desaprueban, en general, las emociones.  Parecería estar prohibido las emociones, por ejemplo, ser emotivo parecería ser desequilibrado, al aceptar todas normas y los pensamientos han resultado empobrecidos, las emociones no pueden ser eliminadas por completo.

Esas emociones han de mantener una existencia completamente separada del aspecto intelectual de la personalidad y solo existen los sentimientos insinceros de los medios comunicación vendiendo a la sociedad; el cine, la música y todas las informaciones trágicas ofreciendo a millones de personas, hambrientos de emociones, resultan ser la consecuencia de todo esto. Ni mencionemos tantas formas prohibidas, como la emoción prohibida de las películas pornográficas penetrando fundamentalmente en las raíces mismas de la personalidad: el sentido más trágico del hombre.