El otro falso

Nosotros cuando vivimos dominado por el ego estamos siendo engañados al considerarnos superiores y no vemos la verdadera realidad. Son los errores de nuestros pensamientos que intentan hacer una presentación de cómo desearemos ser, en vez como deberíamos ser en realidad. Nuestro ego es además nuestra máscara social en nuestro mundo exterior, al representar ese papel nos aleja cada vez más de lo que somos en verdad.

La personalidad del ego, es el cual el individuo se reconoce como un yo y es consciente de su propia identidad. Ese ego, está relacionada con el fenómeno físico y la realidad del mundo exterior. El ego es la fuente de todo nuestro sufrimiento porque siempre tenemos la última palabra en la forma en que pensamos y sentimos. Sin embargo, no es responsable de la causa de nuestro dolor y la de nuestro yo, es también es la clave donde encontramos nuestra alegría y felicidad.

Nuestro cerebro construye nuestro yo y lo que nos rodea. El sistema límbico es un grupo de estructuras interconectadas ubicadas en lo profundo del cerebro, y esa parte del cerebro es responsable de las respuestas emocionales y del comportamiento.

 

En nuestro yo están todos nuestros pensamientos, nuestras creencias, nuestros recuerdos y todas nuestras emociones, en ella están contenidas las emociones buenas como las emociones malas.

Si toda esa energía de nuestras acciones fuese un hábito de conductas positivas hacia el bienestar individual, colectiva, de conexión con madre Tierra y con amor incondicional se produciría el famoso estado de consciencia elevada. Esa consciencia ya definida hace el vínculo con la consciencia central y eso atrae a la propia consciencia galáctica.

 

El error de algunos es caer en la falsa consciencia del ego, el hábito hacia el caos, el conflicto, del miedo, del narcicismo, de la envidia, de poder, de infidelidad, de traición, etc. ya que él es ciego a nivel percepción y todos estos tipos estereotipos le parecen normales. Porque el quitar la vida a otro, o dañar, o estafar a otros es por falta de consciencia.

 

Ya que la verdadera consciencia iluminada trabaja en conjunto con su ser interior, y ella en conjunto con su yo superior, a través del amor, la compasión y entendimiento logrando un estado de transformación dentro de la propia consciencia. En cambio, la otra conciencia trabaja sobre las frecuencias más bajas a través de ego y el cual no percibe la verdadera realidad.

 

El ego es un simple sistema, como un camuflaje que no podemos ver de nuestra personalidad, es como tener al otro y el otro ejecuta nuestro hábitos y acciones, en la cual el yo interno no puede intervenir. Solo si el yo toma conciencia de sus acciones.

 

El ego cuando realiza la meditación, tiene la creencia de percibir el haber logrado el estado de iluminación y hasta de lo cree. Pero esto es falso, el ego cuando medita para hacer contacto, lo hace con una percepción falsa, lo que percibe es una alucinación, hasta podría escuchar, ver o sentir algo que no existe ¿saben por qué? Porque le falta consciencia. Las alucinaciones son el producto de la alteración de nuestra percepción, de nuestra manera de obtener información del mundo que nos rodea, no hablamos de una simple falta de información. Las alucinaciones son una modificación de nuestra percepción, se producen sin un estímulo que la desencadene y que aquel que la sufre lo siente como una realidad, pero que son inexistentes para el resto del mundo. Por ejemplo, algunas personas al consumir marihuana, cocaína, etc, buscando a través del yoga que les permita una mejor conexión consigo mismo, eso solo se produce a un nivel mental interactuando con el plano mental de la Tierra y eso no es a un nivel cuántico de la consciencia.

 

En realidad, las verdaderas personas que realizan la meditación en el mundo hacia la verdadera consciencia son tan solo unos pocos, si les diera la cantidad de cuanto son, ni me creerían y ni se las daría.  Más bien son muy pocos. ¿entonces hacia dónde meditan las demás personas? Si hablamos de una visión distorsionada de la realidad que nos hace pensar que lo que vemos a nuestro alrededor es permanente y sólido. Por lo tanto, entonces es una ilusión, es decir una alucinación del yo del ego y de su deseo de iluminación, que es una falsa luz.

 

Nos atrae lo que satisface nuestro ego y rechazamos lo que pueda dañarnos. Así, poco a poco, creamos una falsa ilusión mental cada vez mayor hasta que nos comportamos con el total egocentrismo. La ignorancia se perpetúa a sí misma, y nuestra paz interior se destruye.

 

El ser humano capta la información de todo lo que le rodea a través del proceso de la percepción, esto le ayuda a adquirir conocimiento y adaptarse a las diferentes situaciones.

 

Pero al decir ignorancia, no hablamos de una simple falta de información. Más bien, hablamos de una visión distorsionada de la realidad que nos hace pensar que lo que vemos a nuestro alrededor es permanente y sólido, Cada experiencia, sin excepción, es filtrada a través de nuestro ego. No importa si alguien está hablando de su experiencia divina del amor, Dios, el Espíritu, etc.

 

El ser humano con condicionamientos culturales y sus creencias personales, podría incurrir a través de la práctica de la meditación trascender el ego, pero aún sigue permaneciendo en su lugar, no se ha movido, solo le falta las alas. Es todas las experiencias humanas de la vida, hasta que morimos, no ha existido jamás un ego intacto.

 

Nuestra experiencia humana en esta vida es aprender, comprender, lograr el entendimiento para alcanzar la sabiduría. Por lo tanto, somos energía y debemos crecer elevando nuestra energía.