Los
tambores de la guerra
Tanto Estados Unidos como Israel han amenazado con
implementar un primer ataque preventivo contra Irán, cuyas consecuencias serían
devastadoras.
En respuesta a estas amenazas actuales, el Ministro de Asuntos Exteriores iraní,
Hossein Amirabdollahian lanza una serie de advertencia a Estados Unidos dice:
“sufrirá daños significativos si la guerra de Gaza se convierte en un conflicto
mayor” y agrega “si régimen sionista a través de sus aliados de que, si no
cesan sus atrocidades en Gaza, Irán no puede simplemente seguir siendo un
observador”.
Estamos ante una situación difícil en Oriente Medio en una lucha contra el terrorismo, por
lo tanto, un ataque militar estadounidense-israelí contra Irán podría conducir
al estallido de una Tercera Guerra Mundial. También insinuó que Israel no
puede lanzar una guerra sin la luz verde de Estados Unidos.
Si Estados Unidos lanzara una guerra contra Irán, es
probable que se produjera una escalada militar incontrolada.
Si es atacado, Irán tomaría represalias contra objetivos
tanto israelíes como estadounidenses, incluidas instalaciones militares
estadounidenses en naciones vecinas del Estados del Golfo.
Si Estados Unidos y el estado de Israel lanza un ataque
contra Irán con justificación o sin justificación, probablemente desencadenará
la Tercera Guerra Mundial. Ya que Estados Unidos e Israel son los fundadores de
conflictos de balsa bandera. Es lógico que Estados Unidos y el Estado de Israel
no pueden entrar en guerra con Irán. “independientes el uno del otro, es decir,
que cualquiera de estos dos inicia la guerra, se le unirá el otro.
Vemos que Estados Unidos y Israel están completamente uno
al lado del otro (Biden- Netanyahu) y no podemos imaginar al régimen
sionista iniciando una guerra sin el respaldo de Estados Unidos. Por la
misma razón, si estalla una guerra, definitivamente los iraníes
presentaran batalla en ambos lados y definitivamente se enfrentan con las bases
estadounidenses. Entonces tenemos al gobierno de Estados Unidos e Israel
creando tales condiciones como conflictos de falsa bandera con la finalidad de
acreditarle a Irán, en ataques encubiertos contra instalaciones
estadounidenses para culpar a Irán. Esos conflictos de falsa bandera producirán
una serie de incidentes que no serán controlables ni manejables y una guerra
así podría convertirse en una tercera guerra mundial. De iniciarse la guerra
contra Irán, las bases estadunidense en aquellas naciones que le rodean y
dentro de las naciones serán objetivos.
El mundo se encuentra en una encrucijada peligrosa.
Durante la última década se han llevado a cabo activos preparativos de guerra
contra Irán. Desde 2018, Estados Unidos y sus aliados, incluidos los
socios de Estados Unidos en la OTAN e Israel, han estado involucrados en el
amplio despliegue y almacenamiento de sistemas de armas avanzados.
Los sistemas de defensa aérea de Estados Unidos, las
naciones aliadas en Oriente Medio e Israel están totalmente integrados con
equipamiento de sistemas antiaéreos antimisiles. Israel no puede actuar
sin el apoyo de sus aliados. Se trata de un esfuerzo coordinado del
Pentágono, la OTAN y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)
dirigido contra el terrorismo de Irán.
Una Israel, presentando al mundo la visita del presidente
Biden al Estado israelí como un respaldo a una alianza militar entre Israel y
Estados Unidos. Entonces vemos Antony Blinken visitando a los aliados árabes
del Medio Oriente, realizando acuerdos sobre un sistema conjunto de defensa
aérea. Pero la ambición de Israel e Estados Unidos parece ir demasiado lejos,
es por la ambición por el control y poder de los recursos en Oriente Medio; en
una cruzada contra el “terrorismo” contra la nación que se le cruza en ese
camino, es Irán arruinado sus planes.
Existe una Alianza militar con los Estados árabes del
Golfo es el tercer pilar de la estrategia de Estados Unidos-Israel para
contrarrestar la proyección de poder de Irán en Oriente Medio. El primer pilar
es el desarrollo de una opción militar creíble para asestar un golpe mortal al
programa nuclear iraní y sus misiles balísticos supersónicos; en coordinación
con Estados Unidos, Israel, una administración Biden que ha dejado claro que
Estados Unidos utilizará la fuerza como último recurso. Por eso estamos viendo los
esfuerzos para socavar las industrias militares de Teherán, por eso la fuerza
aérea estadounidense está llevando ataques contra instalaciones iraníes.
Emirato Árabe Unidos y Arabia Saudí poseen la garantía
del gobierno estadounidense, son quien les provee la seguridad. Aunque siguen
percibiendo a Irán como una amenaza, y siguen participando selectivamente en
acciones militares –principalmente a través de apoderados– para hacer
retroceder a los grupos alineados con Irán en zonas de conflicto como Yemen,
“no se hace la diplomacia con los amigos”.
Los líderes de las naciones árabes del Golfo intentan
calmar las cosas con Irán, no consideran que unirse a una alianza militar
antiiraní con Israel, pero se ven obligados bajo la consonancia de sus
intereses con Estados Unidos.
Lamentablemente preocupa especialmente la confrontación
de Israel hacia Irán e invite a represalias iraníes en las que ellos podrían
convertirse en víctimas colaterales. Un funcionario saudí subrayó que “Arabia
Saudí no quiere una guerra ni una confrontación con Irán. Absolutamente no. Y
lo último que queremos es quedar atrapados en medio de una guerra entre Israel
e Irán”. Por su parte, Teherán ha dejado claro que, aunque no tolerará que los
Estados árabes del Golfo normalicen sus relaciones con Israel, actuará militarmente
si permiten que Israel utilice su territorio para operaciones militares o de
inteligencia dirigidas a Irán.
Israel y Estados Unidos, cuentan con lo que denominan la
“OTAN en Oriente Medio”, Reinos de Estados del Golfo en combinación con Israel
como medio de defensa, dando a los militares del Golfo acceso a la tecnología
de radar israelí como parte de un sistema de defensa aérea conjunto.
Eso no significa que sus aliados occidentales les darían
suficiente capacidad de disuasión, especialmente si no se produce un cambio en
la doctrina de la ventaja militar cualitativa, las potencias occidentales
apoyarán a Israel para que mantenga una ventaja militar y tecnológica sobre las
naciones llamados terroristas. Además, una alianza militar no eliminaría el
riesgo para los Estados árabes del Golfo de una confrontación militar con Irán,
porque “Israel nunca será un paraguas militar para la región, Israel tiene
otros intereses, el control sobre los recursos energéticos.
Tras haber vivido el Oriente Medio una campaña de
bombardeo, destrucción, muerte y sufrimiento contra el Estado de la Gaza
Palestina, ya se están preparando para la posibilidad de que las tensiones
regionales aumenten debido a un cambio en el liderazgo de Estados Unidos en las
elecciones de 2024. Cuando se produzca este escenario de la Tercera Guerra
Mundial, tenemos a una Israel-Estados Unidos con una alianza militar con las
monarquías árabes del Golfo para frenar la proyección de poder de Irán en la
región. Sin embargo, esas ambiciones de los Estados árabes del Golfo contando
con el protectorado israelíes-estadounidense y previsiblemente sucumbirán ante
las posibilidades del hostigamiento de la tecnología de misiles supersónicos
iraní. ¿Porque? Porque estados Unidos todavía no desarrolló la capacidad de los
misiles de tecnología supersónica. Esos misiles en la guerra de Ucrania le
superioridad a Rusia.
Desinformación de los medios
Tenemos a una opinión pública, influenciada por la
exageración de los medios, es tácitamente solidaria, indiferente o ignorante en
cuanto a los probables impactos de lo que se considera una operación “punitiva”
ad hoc dirigida contra las instalaciones nucleares de Irán en lugar de una
guerra total. La guerra contra Irán se presenta a la opinión pública como un
tema cotidiano. Pero no considera una la posibilidad de la amenaza de una
guerra nuclear para la humanidad.
Represalias
Los gobiernos occidentales e inclusive la estadounidense están
tocando los tambores de guerra en apoyo a Israel en la cruzada contra los
regímenes terroristas. Entonces nos encontramos con tácitas, a través de
repetidos informes de los medios, hasta la saciedad, dentro de la conciencia
interna de la gente, la noción de que la amenaza iraní es real, una nación
tirana y que la República Islámica debe ser “eliminada”. Irán tiene importantes
capacidades militares. El hecho de que un ataque contra Irán pueda dar
lugar a represalias y una escalada que potencialmente podría desencadenar una
“guerra global” no es motivo de preocupación.
Si bien la República Islámica constituye una amenaza para
la seguridad de Israel, los altos mandos militares de Irán han enfatizado que,
en el caso de un ataque contra Irán, se contemplan represalias contra Israel,
con consecuencias potencialmente devastadoras y una invasión enemiga de Irán es
posible, pero que tal guerra pondría fin a la vida de Israel. Estados Unidos e Israel deberán emprender un
ataque aéreo extenso contra Irán y expuesto a la variedad de misiles que posee
Teherán. En varias ocasiones el gobierno de Teherán advirtió que cualquier
posible ataque contra la República Islámica de Irán por parte del régimen
sionista brindaría una oportunidad para que Teherán borrara al régimen de la
tierra. Una Irán con amargos recuerdos de sus guerras de la última década con
los aliados regionales de la República Islámica, incluidos Hezbollah y el
Movimiento Hamás. Irán posee la ventaja estrategia defensiva en una batalla
masiva con una coalición liderada por Estados Unidos, en la cual ahora la nueva
Irán de hoy posee fuerzas armadas que son impredecibles, que sus enemigos no
pueden prever su estrategia y acciones.
Revertir la guerra
Hacemos un llamado a la gente de los Estados Unidos, Europa
Occidental, Israel, y en todo el mundo, a que se levanten contra este proyecto de
genocidio militar contra el pueblo palestino de Gaza, y contra sus gobiernos
que apoyan la acción militar contra Irán, contra los medios de comunicación que
sirven para camuflar la devastadora Implicaciones de una guerra contra Irán. El
pueblo de Israel bajo el gobierno del Primer Ministro Netanyahu en una cruzada de la lucha contra
el terrorismo para atacar a Irán y eliminarla definitivamente.
Guerra por la crisis de recursos energéticos
Las consecuencias de un ataque
más amplio de Estados Unidos, la OTAN y Israel contra Irán son de largo
alcance.
La economía de guerra se
financia por Wall Street, que se erige en el acreedor de la administración de
Estados Unidos. Miles de millones de dólares son destinados por el Departamento
de Defensa de Estados Unidos con la adquisición de armas y sistemas de armas
avanzados. Una Guerra, por la batalla por el petróleo y el gas en Medio
Oriente, que sirve a los intereses de las gigantes petroleros
anglo-estadounidense. Esa guerra en Medio Oriente causará una crisis económica
por el petróleo, causando una depresión económica mundial, por no mencionar la
catástrofe ambiental más grave de la historia mundial.
El culto a la muerte y la destrucción
Los preparativos de guerra ya
están, ya existe el despliegue de tropas y equipo militar estadounidense en
Arabia Saudita, en Emiratos Árabes Unidos, en Kuwait y Qatar.
La guerra es por la expansión
del poder israelí sobre Medio Oriente, es un portaviones y es una potencia bajo
los intereses estadounidenses, que tiene que ser “defendida” y protegida”. Un
ataque “preventivo” contra Irán llevaría a una escalada que involucraría en ese
escenario a Irak, Siria, Arabia Saudita, Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait,
Qatar y en el sur Yemen. Si las fuerzas estadounidenses en conjunto con la
fuerza de la Coalición realizasen un ataque aéreo contra Irán, toda la región
Oriental estallaría, lo que conduciría a una Tercera Guerra Mundial. Esa guerra
comenzaría del Líbano y Yemen, extendiendo hacia la región. Serian grandes olas
de ataques con misiles tácticos y ataques aéreos contra infraestructuras
militares como civiles, fábricas, y edificios públicos, como está sucediendo en
la región de Gaza Palestina.
Irán, si el gobierno
estadounidense no le hubiera impuesto el embargo económico, sería uno grandes
exportadores mundial de petróleo, Irán con un 17 % estimado del petróleo
mundial; e Iraq, que roza el 12% y una Irán que ocupa el tercer lugar mundial
de las reservas de gas, después de Arabia Saudita (25%) e Iraq (11%) en el
tamaño de sus reservas.
La producción petrolera es la
actividad de la industria que se encarga de las operaciones empleadas para
traer a la superficie los hidrocarburos naturales (petróleo y gas), utilizando
la energía natural del yacimiento (conocida como extracción primaria) o
mediante la aplicación de otros métodos de extracción.
¿Porque Estados Unidos es el
primer productor de petróleo del mundo?
La Reserva Estratégica de
Petróleo de Estados Unidos está representada por cavernas subterráneas de sal
debajo de Texas y Luisiana que puede contener más de 700 millones de barriles
de petróleo, aunque actualmente está en baja. La reserva se creó después del embargo petrolero árabe de la década de
1970 para brindar a Estados Unidos un suministro que pudiera usarse en caso de
emergencia.
¿Saben cómo logra Estados
Unidos que esa Reserva de petróleo regule el precio Internacional del petróleo?
Las corporaciones petroleras estadounidense, entre ella la Exxon Mobil están
presentes bajo licencia de explotación en muchas naciones del mundo extrayendo
petróleo, pero esas naciones no tienen el control de todos los flujos de
movimiento de los cargueros petroleros que salen, solo cobran las regalías.
Muchos de esos cargueros petroleros salen de contrabando, es decir esas cargas
de hidrocarburos son ilegalmente apropiados y llevados a Estados Unidos para
engrosar a la Reserva de Petróleo estadounidense, sin las sospechas de las
naciones que conceden las licencias. Entonces tenemos un petróleo que no tiene
un costo de extracción ni de regalía, solo el costo del transporte de la carga,
por lo tanto, esa Reserva puede ser manejado para regular el mercado sin un
costo. Entonces tenemos el discurso de un Estado Unidos como el mayor productor
de petróleo que extrae de sus reservas, en una palabra, es el petróleo
depositado en su subsuelo, es el petróleo robado a las naciones donde las
Corporaciones estadounidense extraen de dicha nación. Es un petróleo ilegal, en
negro y es blanqueado al mercado cuando Estados Unidos lo exporta como si
saliera de sus propios yacimientos y no es así.
Entonces nos entramos con
presidente Joe Biden recurriendo nuevamente a las reservas de petróleo de
Estados Unidos para tratar de contener el aumento de los precios de energía. Una
administración que espera que al aprovechar la reserva de petróleo ganará
tiempo y reducirá los precios de la gasolina el tiempo suficiente hasta que los
productores nacionales puedan aumentar la producción, como el saqueo desmedido
de petróleo de Guyana, legalmente e ilegalmente.
Ahora nos encontramos con un
Estados Unidos exportando más petróleo del que importa. La oferta y demanda, al
liberar más petróleo en el mercado, los precios bajan. Los precios bajaron
durante casi dos semanas después del anuncio inicial de Biden sobre el uso de
la reserva en noviembre, pero luego reanudaron su fuerte ascenso. El crudo estadounidense
ha subido casi un 40% este año y se ha vuelto aún más volátil en los últimos
tiempos.
Un Estados Unidos consumiendo
casi 20 millones de barriles por día en el año 2022 y el consumo mundial superó
los 97 millones de barriles por día. El gobierno de Estados Unidos a través de
su industria del petrolera y de gas han creado la independencia energética.
Donde Estado Unidos en otras épocas tuvo que depender en gran medida de las
importaciones, otras naciones ahora dependen de Estado Unidos para obtener
petróleo. Recursos obtenidos ilegalmente
de naciones que ni sospechan de esos negocios turbios y con el agregado de
sobornos a funcionarios de esas naciones. Un petróleo ilegal que benefician a
las Corporaciones petrolíferos estadounidense y a su gobierno. En comparación,
los Estados Unidos en par de años ya no tendrá sus reservas mundiales de
petróleo, entonces necesita desatar una guerra en Medio Oriente por la
conquista del petróleo y gas de Arabia Saudita e Irán, para adueñarse de las
empresas estatales petrolíferos de dichas naciones.
Invadir Irán, sólo consiste en
recuperar el control anglo-estadounidense sobre el petróleo y la economía de
gas, incluyendo rutas de oleoductos, sino también eliminar la presencia e
influencia de China y Rusia en la región. Es parte de la “larga guerra del Pentágono
“, una provechosa guerra sin fronteras, un proyecto de dominación mundial, una
secuencia de operaciones militares.
Los planificadores militares de
Estados Unidos y la OTAN ya han previsto diversos escenarios de la escalada
militar. También son muy conscientes de las implicaciones geopolíticas, a
saber, que la guerra podría extenderse más allá de la región del Oriente Medio
hacia Ucrania e inclusive a China. Imagínense si Estados Unidos controlara el
Medio Oriente, afectaría a la economía de China, quitando el poder geopolítico
económico en el mundo y perdería competitividad.
Está en juego la estructura de
las alianzas de la guerra en una cruzada contra el terrorismo. Los grandes despliegues
militares de la OTAN-Estados Unidos-Israel, tienen una relación directa con la
guerra propuesta contra Irán.
Continua:
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