Ser un Chamán de Luz significa:
Es un ser como mucho conocimiento ancestral
y de haber experimentado la experiencia de enfrentarse con su propia sombra del
sí mismo, para lograr esa metamorfosis de la transmutación y lograr la
elevación de su conciencia, de esa manera conectarse con espíritu universal.
Es llevar su campo de frecuencia
energética de energía elevada y ofrecerla a alguien más. Es la propia energía del
sanador interactuando y tiene el efecto de sanación. Es su energía elevada
iluminada, ofreciendo como intermediario a algún otro que desee contactar su Luz
interior, su propio centro Energético de Alta Frecuencia. A través de su
contacto interior con su esencia es lo que hace que ocurra la sanación. Toda
sanación en realidad es auto-sanación. Sanar o ayudar, no tiene nada que ver
con habilidades específicas o con conocimiento específico que pueda ser
aprendido de libros o tomando cursos. Ese poder de sanación no puede ser
adquirido a través de algo externo. Solo se logra como resultado de su propio
crecimiento interior y claridad de conciencia del sanador.
El sanador tiene el poder dentro de su
propia corriente vital para sacar, enfocar, moldear y dirigir su energía para
lograr el milagro de la sanación.
Los sanadores no son Maestros porque
ellos están implicados en procesos personales de desarrollo de la conciencia.
Pero hay partes en su campo de energía que han llegado a ser tan claros y
puros, que pueden tener un efecto sanador en los demás.
Ese milagro ocurre si el cliente decide
si asimila o no la frecuencia, si la admite. Es su elección. El sanador la
ofrece, por lo que representa, por ‘estar ahí para el otro. No es por las
habilidades o conocimiento que hayan aprendido el sanador de alguien, que
sanan, sino es puramente por lo que representa, por el camino interior de la
iluminación y sabiduría. Y es especialmente
en el terreno de las experiencias de los problemas que un sanador mismo ha
pasado, y pueden dar una mano al otro de la mejor forma posible. La
auto-sanación, de los trabajares de Luz es tomar la responsabilidad de sus
heridas internas y cubrirlas con la luz de su conciencia. Es la habilidad de
auto-sanación lo que los convierte en un sanador o trabajador de la luz. Cuando
un chamán está tratando a clientes o ayudando a las personas de su entorno, el
frecuentemente lee su energía y le dan información, con energía. El cliente
está sintiendo su energía, él está, consciente o inconscientemente, absorbiendo
su energía. Él hace de escucha, de todos modos, siente lo que ustedes dicen y
lo que llevan en su ser, en su frecuencia de energía. Él los siente a ustedes.
Cuando el cliente siente ahí el espacio que él necesita para reparar el
contacto interior con su propio Ser, las palabras y acciones del sanador
adquieren una cualidad sanadora de luz y amor que el cliente puede recibir
hacia su centro de su propia luz y amor.
Cuando hay una intención honesta de ayudar a alguien, él está abierto a su energía de tal modo, que puede ser tocado por las partes que son más puras en su propio ser. Todo el saber del chaman, no son el resultado de los libros que leyeron o del material que han aprendido; no son meras herramientas o instrumentos. Es el resultado de la propia alquimia personal, a través de la propia energía de su ser que transmuta y logra una transformación personal de la conciencia que lleva su sello único.
Pero parece haber una tendencia en los trabajadores de la luz. el estar siempre buscando un nuevo libro, buscando un nuevo método, una nueva habilidad, que pueda permitirles a ser un mejor terapeuta o sanador

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