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martes, 10 de septiembre de 2024

La Supremacía del Estado Profundo

El imperio contraataca

A lo largo de la historia los imperios ejercían el control sobre un extenso territorio y sometiendo a sus poblaciones a través del uso de la fuerza. En algunos casos, los territorios se incorporan al imperio en calidad de colonias, que son administradas de manera diferenciada.

Una de las principales características de un imperio es la imposición de tributos, de una estructura política y de su cultura sobre las poblaciones sometidas. A lo largo de la historia, hubo numerosos imperios que se convirtieron en grandes potencias e influyeron en la política, la economía y la cultura de su tiempo. Las formas de gobierno y las características de la dominación imperial se fueron transformando con el tiempo en Estados soberanos.

Los imperios estaban centralizados bajo un poder de un emperador con autoridad absoluta sobre todo el imperio, un poder en manos del Estado imperial y las poblaciones conquistadas quedan sujetas a su mandato. Los imperios extendieron sus territorios a través del belicismo: de la conquista militar y el uso de la fuerza. Con la anexión de sus territorios conquistados, de la misma forma las conquistas con el descubrimiento de los Nuevos Mundos en la cual se formaron colonias y con consecuencias contra sus poblaciones sometidas, como ocurrió sobre África, el Continente americano, la India, Indochina, China y Vietnam entre otros.

Imperios colonialistas con el único objetivo de expandir sus territorios vinculado con aprovechar los recursos de los territorios conquistados e imponer el pago de tributos a la población sometida.

Inclusive esos Imperios y su Poder han duraron cientos de años. Los imperios europeos y sus descendientes transatlánticos han tratado de invadir y dominar a otros pueblos, valiéndose de una tecnología superior. Y son responsables del tráfico de la esclavitud que le fue impuesta a África y de tal menara a los aborígenes americanos entre otros

Estados europeas soberanos codiciosos ejerciendo su tecnología superior belicista sobre el Nuevo Mundo bajo un colonialismo para la explotación y saqueo de sus recursos, sin renunciar a las ventajas del beneficio propio. Tales naciones europeas colonialista, fueron crueles y con ambicioso para crear caos en esos nuevos mundos. Eran Estados poderosos y soberanos valiéndose de una tecnología una fuerza naval superior y de armas avanzadas y, todavía lo siguen haciendo en el mundo de hoy.

El concepto del poder y su origen han ocupado un lugar primordial en la historia del pensamiento político, Pero en esta época actual su poder se concentra en un grupo de Poder Global con un gran poder político, establecido a través de su poder belicista.

Un imperialismo de seis siglos de evolución de la tecnología militar de occidente, desde los galeones hasta las bombas inteligentes, y fue uno de los factores del entorno natural y social que hicieron posible en unos casos la victoria, y condujeron en otros al fracaso.

Un ejemplo fue el imperio británico que hizo buen uso sobre el Mundo que Europa descubrió con Colón al Nuevo Mundo y puso en marcha el desarrollo del poder británico. Fue así, estableciendo su poder sobre las colonias en la parte norte de América, incluso en Canadá, pero también en India, Oceanía y regiones de África. El apogeo llegó con la reina Victoria en el siglo XIX: la era victoriana. En ella, el comercio, la industrialización y la superioridad naval británica desempeñaron un papel crucial en la expansión del imperio, incluyendo gran parte de África y Asia.

Para el siglo XX, el imperio alcanzó su máxima extensión territorial, pero también enfrentó desafíos y tensiones, que incluían luchas por la independencia en muchas de sus colonias. Después de la Segunda Guerra Mundial, la descolonización se aceleró y muchas colonias obtuvieron su independencia (lo mismo sucedió con Francia librando guerras costosas e infructuosas por mantener intactos su imperio que se desmoronaba.

Aunque Reino Unido y su imperio salieron victoriosos en la Segunda Guerra Mundial, los efectos del conflicto fueron profundos, tanto en el país como en el extranjero. Gran parte de Europa, un continente que había dominado el mundo durante varios siglos, estaba en ruinas después que Alemania se rindió y albergaba a los ejércitos de los Estados Unidos y la Unión Soviética.

La situación se complicó aún más por la aparición de la Guerra fría, una rivalidad entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. Luego el Imperio estadounidense alcanzó su pleno desarrollo después del colapso de su principal rival, la Unión Soviética. Entonces, Estados Unidos se convirtió entonces en la única superpotencia militar y económica del mundo. Con esta nueva posición en el mundo, Estados Unidos podría haber utilizado su poder para ayudar a los necesitados y contribuir a la seguridad mundial.

Sin embargo, los acontecimientos del 11 de septiembre cambiaron todo esto y Estados Unidos pasó de ser una nación orgullosa, poderosa y respetuosa de las leyes a lo que es hoy:

"un imperio en decadencia que está prácticamente en bancarrota y que ha pasado de utilizar la diplomacia a una mentalidad de “la ley del más fuerte” (como puede demostrarse por su actual participación en múltiples guerras en todo el mundo para mantener su imperio global), además de tratar de asegurarse de que nuevas potencias, como China, no amenacen su dominio".

 AMANECER DE UN NUEVO SIGLO

El poder belicista estadounidense

Durante la Guerra Fría, Estados Unidos tuvo tropas estacionadas en todo el mundo, desde Europa hasta Asia. Su doctrina militar consistía en una política de contención de los soviéticos y de lucha contra la “amenaza comunista” dondequiera que estuviera. Luchar contra la “amenaza comunista” significaba derrocar a gobiernos de izquierda en América Latina, Asia y Europa o apoyar a escuadrones de la muerte de derecha, como se vio en América Latina (como los golpes de Estado produjeron las caídas de gobiernos y condujeron a la masacre de civiles inocentes).

Tras la caída de la Unión Soviética, Estados Unidos se transformó en una superpotencia sin rival del mundo y cambió su doctrina militar, y cambió la historia del mundo planeando:

“dedicar los recursos necesarios a los esfuerzos militares, diplomáticos, de inteligencia, para mantener su posición de liderazgo global y también quería “dar forma al entorno internacional a través de una variedad de medios, incluida la diplomacia, la cooperación económica, la asistencia internacional, el control de armamentos y la no proliferación, para establecer y mantener el nuevo status quo".

En la configuración de este nuevo mundo, Estados Unidos planeó que la diplomacia desempeñará un papel importante. La idea era que la diplomacia era “esencial” para garantizar que se cumplieran los intereses estadounidenses, mantener alianzas, evitar crisis globales y resolver conflictos regionales y asegurar la estabilidad económica mundial. La diplomacia “preventiva” desempeñaría un papel fundamental para resolver posibles conflictos antes de que estallara, utilizando sus fuerzas armadas como último recurso.

La fuerza militar sólo utilizarían si fuera posible:

“promoviendo los intereses de Estados Unidos”, para lograr sus objetivos”, “los costos y riesgos de su empleo eran proporcionales a sus intereses en juego”, cuando la diplomática preventiva o los medios no militares eran incapaces de lograr los objetivos.

Por lo tanto, con el colapso de los soviéticos, Estados Unidos fue dar forma a un nuevo orden mundial Unipolar en el que ellos mismos ejercería el liderazgo, pero la diplomacia tomaría la iniciativa en dar forma a ese nuevo orden, sostenida por su poderío militar.

Un Estados Unidos ya había gastado 13 billones de dólares en defensa durante toda la Guerra Fría, utilizando la diplomacia a nivel internacional el cual le permitiría recortar los gastos de defensa. Al utilizar la diplomacia, les daría a las naciones la ilusión de que estaban en igualdad de condiciones con Estados Unidos, cuando en realidad, si la diplomacia fallaba, Estados Unidos podría decidir el uso de su fuerza militar con el fin de “promover los intereses estadounidenses”.

En cierto modo, se estaba siguiendo el consejo de Theodore Roosevelt de hablar en voz baja, pero con un gran garrote en la mano.

Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Roosevelt propuso "una Liga Mundial por la Paz y la Justicia", en septiembre de 1914, que preservaría la soberanía, limitando los armamentos y proveería el arbitraje. Añadió que se debería "pactar solemnemente que, si alguna nación se niega a acatar las decisiones de dicho tribunal, otras desenvainarían la espada en nombre de la paz y la justicia". ​ En 1915 se desarrolló este plan más, instando a que las naciones garanticen toda su fuerza militar, si es necesario, contra cualquier nación que se negara a ejecutar decretos de arbitraje o violara los derechos de otras naciones. Roosevelt, insistió en que dicha liga sólo funcionaría si Estados Unidos participará como uno de los "garantes conjuntos": como la liga de naciones.


La política nuclear


Estados Unidos estaba cambiando su política de defensa nuclear. Con la caída de URSS no existía una amenaza nuclear, como consecuencia se limitó la producción de los bombarderos B-2; reduciendo su programa de misiles balísticos intercontinentales; la producción de ojivas de misiles balísticos; y reduciendo la nueva producción de misiles, pero en forma encubierta desarrollaba los nuevos sistemas balísticos. Gracias a la reducción del número de armas nucleares y de transportadores de armas nucleares, el gobierno estadounidense ahorró una gran cantidad de dinero y, aun así, se aseguró de tener capacidad nuclear de ataque durante bastante tiempo.


La globalización económica

La globalización fue sólo otro paso en la transformación del capitalismo que permitiría a las corporaciones mover capital y personas a escala global y, por lo tanto, reducir costos y aumentar las ganancias. Al impulsar este nuevo pensamiento económico, los gobiernos pudieron promover la idea de que una sociedad más interconectada era buena no sólo para las corporaciones, sino también para las personas, al tiempo que ignoraban los problemas que traería consigo la globalización.

La globalización se definió como:

“el proceso de avanzar hacia un mundo en el que producimos, distribuimos, vendemos, financiamos e invertimos sin tener en cuenta las fronteras nacionales”.

Al ignorar las fronteras nacionales, permitiría a las corporaciones, “también obtendrán acceso a nuevas fuentes de materias primas e insumos intermedios, y a lugares de menor costo para operaciones de ensamblaje que utilizan mano de obra no calificada”.

Esto les permitiría a las empresas estadounidenses entrar y hacer su voluntad en el tercer mundo sin que la CIA o el ejército estadounidense tuvieran que involucrarse en cambios de régimen (ya sea de manera encubierta o abierta). Las corporaciones estadounidenses también tendrían más estabilidad como corporación, sin embargo, aunque este traslado de capital a través del mundo generaría beneficios para las corporaciones, traería consigo problemas para los trabajadores.

En esa globalización no todos se benefician. Generaba perdedores y ganadores, y uno de los ganadores eran las corporaciones estadounidenses.

La globalización de las compañías en sus procesos de transferencia de recursos, algunas instalaciones de producción son abandonadas y algunos trabajadores sufren desempleo. En sistema de la globalización las clases trabajadoras no se beneficiaba, sino más bien a la codicia corporativa.

La globalización fue respaldada por Estados Unidos y sus efectos se han visto en la forma de la aniquilación de la economía estadounidense y poniendo en riesgo a la economía global en general, todo en aras de las ganancias corporativas.


La Alianza de la OTAN

Después de la Guerra Fría, parecía que la alianza de la OTAN había perdido su razón de su existencia.

Europa occidental ya no estaba bajo la amenaza de una toma de poder comunista, por lo que la misión de la OTAN había sido un éxito. Sin embargo, la OTAN, en lugar de disolverse o mantener una membresía estable, decidió emprender una era de expansión que continúa hasta el día de hoy (sino, miren lo que sucede en Ucrania e inclusive en Medio Oriente).

Después del colapso de la Unión Soviética, hubo un breve debate sobre lo que haría la OTAN ahora que ya no tenía un enemigo, pero en 1990 la OTAN, comenzó su adaptación a un nuevo instrumento moderno de seguridad del Atlántico Norte y Europa, reflejando con un nuevo entorno de seguridad europeo modificado tras la desaparición de la amenaza soviética.

En mantener una capacidad militar para actuar colectivamente para la defensa de la seguridad de la Alianza. Una OTAN integrándose dentro de los gobiernos de Europa.

El Concepto Estratégico de la alianza de 1999 establecía:

Los aliados europeos han tomado decisiones que les permiten asumir mayores responsabilidades en el ámbito de la seguridad y la defensa con el fin de mejorar la paz y la estabilidad de la zona euroatlántica y, por tanto, la seguridad de todos los aliados. Esta mayor integración con Europa sería de gran utilidad para los intereses de Estados Unidos en el futuro, ya que le ayudaría a dominar toda Europa y el dominio sobre el mar Mediterráneo.

De esta forma la Identidad Europea de Seguridad y Defensa continuaría desarrollándose dentro de la OTAN, Estados Unidos podría asegurarse de que los acuerdos de defensa europeos estuvieran subordinados a los intereses estadounidenses. Cuando se promovió la expansión de la OTAN, ya que el entonces presidente Bill Clinton estaba interesado en expandir la OTAN. Clinton estaba muy interesado en que la OTAN sirviera a los intereses estadounidenses.

Europa ha tenido un proceso de cambio durante la última las ultimas décadas y la OTAN debía adaptarse para seguir sirviendo a los intereses estadounidenses. Su misión principal: contrarrestar la agresión contra sus estados miembros”, “ayudar a protegerse contra amenazas de seguridad no tradicionales provenientes de fuera de Europa que amenazan a los miembros de la OTAN, como la proliferación de armas de destrucción masiva y sistemas de lanzamiento de largo alcance”, y que la OTAN “debe estar preparada para otras contingencias, incluida la posibilidad de que Rusia abandone la democracia y regrese al comportamiento amenazante del período soviético”.

Todos los argumentos estaban dirigidos contra Rusia, para mantener viva la idea de una futura agresión rusa. Sin embargo, era casi imposible que Rusia fuera una amenaza, ya que estaban sufriendo la “terapia de choque” del FMI y toda la nación estaba sufriendo:

Toda esta situación de la catástrofe de la planta nuclear de Chernóbyl provoco la caída del Estado Soviético y su bancarrota; con un gran endeudamiento y eso generó altos niveles de desempleo e inflación, que agobiaban sobre su sociedad. Todo esto lo condujeron a una serie de crisis financieras y una inflación galopante que vio obligada a una dependencia del préstamo. Toda esa situación provocó una gran crisis y su economía sufrió: por las consecuencias de la catástrofe de la planta nuclear y de las reformas fiscales que debía aplicar, impuesto por los Estados Unidos para acceder a créditos del FMI. En las reformas políticas y económicas que fue obligado a llevar a cabo en su momento bajo el gobierno de Mijaíl Gorbachov debilitando el poder del régimen comunista y en diciembre de 1991 se disolvió definitivamente la Unión Soviética.

Al impulsar la expansión de la OTAN, la administración de Clinton también estaba impulsando la participación de Estados Unidos y la OTAN en los conflictos religiosos, étnicos y de otro tipo de Europa central.

Cuando se le preguntó sobre esto, el presidente Clinton respondió que la OTAN, “hará que tales disputas sean menos probables y aumentará las posibilidades de que se resuelvan pacíficamente” ya que los estados tendrían que resolver sus disputas antes de poder unirse a la alianza y que “no hay nada en el registro histórico que sugiera que las disputas actuales en Europa central y oriental están más arraigadas o sean más violentas que, por ejemplo, las disputas pasadas entre Francia y Alemania”.

Sin embargo, había una diferencia importante, ya que los conflictos en Europa central se basaban en “disputas fronterizas, étnicas, nacionalistas y religiosas”, donde las poblaciones de los estados estaban divididas y permanecían dentro de sus propios grupos. En cambio, las disputas entre Francia y Alemania se dieron entre dos Estados cuyos habitantes eran homogéneos, en el sentido de que todos se consideraban franceses o alemanes.


También se plantearon cuestiones económicas.

La Administración informó al Congreso en febrero de 1997 que, “Estados Unidos pagaría sólo el 15 por ciento de los costos directos de la ampliación, los nuevos miembros pagarían el 35 por ciento de la factura y los miembros actuales (no estadounidenses) pagarían el 50 por ciento.

Cuando el Senado preguntó si los miembros nuevos o actuales pagarían esa cantidad y si este plan de compartir costos sería parte de las negociaciones, Clinton respondió que cada país pagaría el mantenimiento de su propio ejército, pero que las mejoras serían financiadas en un 40% a nivel nacional y en un 60% por la OTAN (o “financiadas en común”). Sin embargo, estas estimaciones de costos no eran exactas, ya que variaban bastante. Como los costos fluctuaban por todas partes, no había forma de obtener una evaluación precisa de los costos de la expansión.

 El Senado también abordó la cuestión de la competencia económica, afirmando que:

Otro problema, Si se concede a naciones la membresía de la OTAN, esas naciones tendrán una clara ventaja sobre sus vecinos en la competencia para atraer nuevas empresas e inversiones extranjeras. Este tipo de competencia económica y desequilibrio bien podría generar fricciones e inestabilidad en Europa Central.

En su respuesta, Clinton dijo:

Si bien el papel de la UE es fundamental, no hay motivos para insistir en una elección entre la ampliación de la UE y la de la OTAN. Ambas son importantes y ambas hacen contribuciones independientes a la prosperidad y la seguridad europeas. Sin embargo, la ampliación de la UE por sí sola no es suficiente para garantizar los intereses de seguridad de nuestra nación en la Europa posterior a la Guerra Fría. A diferencia de la OTAN, la UE carece de capacidad militar. La capacidad militar sigue siendo el núcleo de la fortaleza de la OTAN y sigue siendo necesaria para preservar la seguridad europea.

El hecho de que Clinton dijera que la ampliación de la UE por sí sola “no era suficiente” para garantizar los intereses de seguridad de Estados Unidos en Europa sugiere que puede haber pensado que la UE y la OTAN eran dos caras de la misma moneda.

Una UE que aportaría la estabilidad económica, mientras que la OTAN proporcionaría protección militar. Muchos países europeos no querían la expansión de la OTAN, la considerándola una iniciativa estadounidense, igualmente la aceptaron.

Al financiar el plan favorito de Washington hizo aumentar los impuestos y terminó recortado los programas sociales. Financiando las participaciones de ejercicios militares de la OTAN, en “la Asociación para la Paz, pero no ser miembro de pleno derecho.

La Política exterior de Oriente Medio 

Con el colapso de la Unión Soviética, Estados Unidos se convirtió en el actor externo más poderoso e influyente de la región. El objetivo principal de Estados Unidos era mantener el flujo de petróleo por cualquier medio, como se pudo comprobar con el establecimiento de la Doctrina Carter, que establecía que Estados Unidos tenía la intención de mantener el flujo de petróleo de Oriente Medio, incluso si eso significaba una intervención militar, y creó el Comando Central, que cubría todo Oriente Medio. Debido a que Oriente Medio es de vital importancia para Estados Unidos. Estados Unidos trató de contener ciertas actividades, gobiernos o fuerzas políticas que utilizan la violencia como una cuestión de política para promover una agenda hostil y para expandir la profundidad y amplitud de las asociaciones de EE.UU. con monarquías amigos en la región y aliado Israel para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad.

Además de esto, los estadounidenses también, pretendió alentar a los Estados de la región que han desarrollado el mal hábito de actuar al margen de las normas internacionales a cambiar sus formas de actuar que permitan la reintegración a la comunidad internacional.  Este lenguaje diplomático disfraza la verdadera naturaleza de la política estadounidense en Oriente Medio. Lo que Estados Unidos pretende hacer es asegurarse de que los regímenes pro-estadounidenses estén respaldados y aislar a cualquier nación que amenace sus intereses.

Estados Unidos tenía grandes planes para Irak e Irán. Como la política estadounidense había fracasado, ya que se produjo la revolución iraní y Estados Unidos entró en guerra con Irak en 1991, Estados Unidos decidió contener a ambas naciones, ya que, consideró que ambas potencias regionales, aunque cansadas de la guerra y debilitadas económicamente, todavía eran militarmente ambiciosas y claramente hostiles para los Estados Unidos y en la región”.

Estados Unidos quería vigilar a Saddam Hussein y asegurarse de que Irán adquiriera o desarrollara armas de destrucción masiva. En lo que respecta a Irán, sin embargo, al igual que hoy, el gobierno estadounidense no tenía prueba alguna de que Irán estuviera tratando de adquirir armas de destrucción masiva. Si bien Estados Unidos tenía como objetivo contener tanto a Irak como a Irán, había diferentes estrategias para ambos países.

Con Irak. Estados Unidos decidió que Irak ya no podía, ser rehabilitado o reintegrado a la comunidad de naciones y trabajaría con fuerzas dentro y fuera de Irak, así como con los vecinos de Irak, para cambiar el régimen en Irak y ayudar a su nuevo gobierno a reincorporarse a la comunidad de naciones. Esta última parte puede indicar el interés de Estados Unidos en un cambio de régimen.

Estados Unidos mantuvo las sanciones de la ONU contra Irak con el fin de dañar permanentemente su ejército y diezmar económicamente al país. También cabe señalar que, en lo que respecta a un cambio de régimen, Estados Unidos estaba dispuesto a apoyar a cualquiera que fuera contrario a Saddam y que quisiera desestabilizar Irak. Estados Unidos consideró que el apoyo de los exiliados iraquíes era “indispensable” y argumentó que, “La resistencia interna iraquí necesitaba una voz, a través de la oposición iraquí que vivía en libertad, para dejar en claro a todos los iraquíes y al mundo sus objetivos”.

Estados Unidos también donó 8 millones de dólares en Fondos de Apoyo Económico a Irak y utilizó los fondos para: “fortalecer la unidad política de la oposición, apoyar la iniciativa sobre crímenes de guerra en Irak, apoyar los programas humanitarios y el desarrollo de la sociedad civil, y las actividades dentro de Irak.”

Al apoyar a los disidentes internos, Estados Unidos se aseguró de que, en caso de derrocamiento (con éxito o sin él) del régimen de Saddam, pareciera que toda la lucha era interna y que representaba la voluntad del pueblo iraquí, cuando en realidad el derrocamiento habría sido respaldado (y probablemente planificado y financiado) por Estados Unidos y el nuevo régimen iraquí no sería más que un gobierno títere que seguiría las órdenes de Washington.

En lo que respecta a Irán, la estrategia estadounidense fue muy diferente. Además de las sanciones, hubo una gran cantidad de guerra económica contra Irán. Estados Unidos se opuso a “la reestructuración bilateral de la deuda, al tratamiento de la deuda del Club de París para Irán y a la extensión de condiciones crediticias favorables por parte de los principales acreedores extranjeros de Irán”, así como a que agencias monetarias internacionales como el FMI y el Banco Mundial prestaran dinero a Irán. El gobierno de Estados Unidos también siguió sosteniendo que Irán estaba intentando crear armas de destrucción masiva.

Los esfuerzos clandestinos para adquirir armas nucleares, químicas y biológicas continúan a pesar de la adhesión de Irán a las convenciones internacionales de no proliferación pertinentes.

En materia de armas nucleares, Estados Unidos no tenía pruebas de que Irán estuviera intentando obtener armas nucleares. La cuestión de la seguridad energética también se planteó en la formulación de la política estadounidense para Oriente Próximo.

Estados Unidos vio al Medio Oriente como su nueva fuente principal de energía desde entonces, a fines de 1997, las reservas de crudo de Estados Unidos habían disminuido y desde los años 1970, Estados Unidos se había vuelto aún más dependiente de las importaciones de petróleo y por lo tanto teóricamente era más vulnerable a las distribuciones de suministro de petróleo crudo más que nunca antes.

Considerando que el Medio Oriente era inestable, Estados Unidos quería que la mayor parte de su crudo procediera de fuentes occidentales; sin embargo, todavía había déficit incluso cuando se tenía en cuenta la Reserva Estratégica de Petróleo. Esto, sumado al hecho de que se predijo que para 2015 la producción de petróleo de Estados Unidos habría disminuido a 5-7 millones de barriles diarios y que, a menos que se desarrollen nuevas reservas enormes en el hemisferio occidental, Estados Unidos se volvería cada vez más dependiente de fuentes de petróleo crudo más inestables, como las de Oriente Medio.

Los intereses para Estados Unidos era asegurarse de que los regímenes de las naciones árabes con grandes cantidades de petróleo estuvieran bajo el control de Washington y que se mantuviera el statu quo del dominio regional estadounidense para seguir fluyendo el petróleo.


 La amenaza china

En su plan para crear un nuevo status quo global donde Estados Unidos estuviera a cargo, el gobierno estadounidense tuvo que asegurarse de que no hubiera amenazas actuales a su dominio en el futuro.

Si bien puede parecer que hoy Estados Unidos considera a China como una amenaza importante, esta forma de pensar se remonta a la década de 1990.

En términos de cuestiones de defensa, Estados Unidos pensaba que China,

 Pondría en una amenaza para la seguridad, la política exterior e intereses de Estados Unidos”, “el programa del desarrollo de armas nucleares de China y sus políticas relacionadas de control de armamentos podrían plantear algunas implicaciones posiblemente graves para la paz mundial” y la venta de tecnología nuclear por parte de China. Al adquirir armamento moderno, China se aseguraba de estar mejor preparada para proteger a su nación, pero desde la perspectiva estadounidense era una amenaza porque ponía en peligro el dominio tecnológico militar de Estados Unidos. China estaba amenazando el dominio nuclear de Estados Unidos, por lo tanto, era menos probable que se sintieron intimidado por Estados Unidos y que aceptaran sus demandas. Implicaría que China redujera su cantidad de armas nucleares mientras que el arsenal de armas nucleares de Estados Unidos no se tocará. En términos económicos, Estados Unidos quería tener una “China estable y próspera”, pero por sus propias razones.

Bill Clinton afirmó:

"Una China estable, abierta, próspera y fuerte es importante para Estados Unidos y para nuestros amigos y aliados en la región. Una China estable y abierta tiene más probabilidades de trabajar en cooperación con otros países y contribuir positivamente a la paz en la región y a respetar los derechos e intereses de su pueblo. Una China próspera proporcionará un mercado en expansión para los bienes y servicios estadounidenses".

Tenemos un profundo interés en ayudar a garantizar que China prosiga su modernización de maneras que contribuyan a la seguridad y la prosperidad generales de la región de Asia y el Pacífico.

Si bien las declaraciones de Clinton pueden dar la impresión de que quiere lo mejor para China, lo que en realidad está haciendo es atacar pasivamente al gobierno chino y promover los intereses corporativos estadounidenses.

Al decir eso, “Una China estable y abierta tiene más probabilidades de trabajar en cooperación con otros y contribuir positivamente a la paz en la región y respetar los derechos e intereses de su pueblo”,

Clinton está insinuando que ciertas acciones de China (como modernizar su ejército y fomentar el crecimiento económico) no favorecía los intereses de su pueblo.

¿En qué sentido la modernización del programa militar y nuclear no beneficia al pueblo chino?

Además, al decir eso, Una China próspera proporcionará un mercado en expansión para los bienes y servicios estadounidenses ... Clinton apoya la globalización económica y muestra su desprecio por China, ya que recuerda a cómo en el siglo XIX, Estados Unidos veía a China como un mero lugar al que vender sus excedentes de bienes.

Para lograr que China se doblegara a su voluntad, Estados Unidos planeó utilizar, las aplicaciones positivas de los instrumentos de poder (político/diplomático, económico, informativo y militar) en lugar de su uso coercitivo. Al utilizar la diplomacia, Estados Unidos le daría a China la ilusión de que ambas naciones estaban a la par, cuando en realidad no era así.

Otra razón por la que se optó por el compromiso fue debido a la especulación de que la contención de China no funcionaría, sería difícil obtener un consenso interno para subordinar otros objetivos de política (incluidos el comercio y la inversión) a la lucha contra una amenaza china que, por decir lo menos, todavía está lejos de manifestarse y esa contención “requeriría, para ser efectiva, la cooperación incondicional de los aliados regionales y de la mayoría de los demás países industriales avanzados del mundo.


También se especuló sobre la situación de defensa de China

Se predijo que, China podría emerger, como una potencia formidable, que podría ser etiquetada como un competidor regional multidimensional. Se especuló que, como tal, China podría potencialmente, ejercer la negación del acceso al mar con respecto a los mares contiguos a China, combatir la superioridad aeroespacial de manera sostenida en áreas contiguas a las fronteras de China, amenazar las ubicaciones operativas de Estados Unidos en el este de Asia con una variedad de activos nucleares de largo alcance, desafiar el dominio de la información de EE. UU. y representar una amenaza nuclear estratégica para los Estados Unidos.

Para asegurarse de que estas predicciones no se hicieran realidad, así como para conseguir mercados para las corporaciones estadounidenses e intentar frenar el ascenso de China, Estados Unidos puede haber decidido entablar relaciones con China.

El ascenso de los neoconservadores

El grupo que jugó un papel importante en la política exterior y de defensa de Estados Unidos en el siglo XXI fueron los neoconservadores.

Se trataba de una nueva generación de conservadores que favorecía una economía de laissez faire y un ejército fuerte y robusto. Varios neoconservadores se unieron para formar el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (PNAC, por sus siglas en inglés). Este grupo de expertos llegaría a ser extremadamente influyente en la administración Bush. El PNAC y otros neoconservadores compartían un desdén por los republicanos promedio y los criticaban, diciendo: Los conservadores han criticado las políticas incoherentes de la administración Clinton y también han resistido los impulsos aislacionistas surgidos dentro de sus propias filas, pero no han avanzado con confianza en una visión estratégica del papel de Estados Unidos en el mundo.

No han establecido principios rectores para la política exterior estadounidense, han permitido que las diferencias sobre tácticas oscurezcan un posible acuerdo sobre objetivos estratégicos y no han luchado por un presupuesto de defensa que mantenga la seguridad estadounidense y promueva los intereses estadounidenses en el nuevo siglo. Al principio parecía que este nuevo grupo no era tan peligroso, ya que el objetivo de los neoconservadores era promover y sostener el liderazgo global estadounidense.

Esos neoconservadores bajo las alas del “estado profundo” querían, un ejército fuerte y preparado para afrontar los desafíos presentes y futuros; una política exterior con determinación a los principios estadounidenses en el exterior; y dedicados a la idea de que Estados Unidos liderara el mundo y eran unos fanáticos presionando para que Estados Unidos tuviera dominio global,  en un “Estados Unidos en un papel vital en el mantenimiento de la paz y la seguridad en Europa, Asia y Oriente Medio”.  No se trataba del lenguaje de quienes quieren limitarse a los planes ya delineados, sino más bien del lenguaje de quienes quieren llevar los planes ya establecidos al extremo y, en muchos casos, cambiarlos por completo.

En el documento del PNAC Reconstruyendo las defensas de Estados Unidos: estrategia, fuerzas y recursos para un nuevo siglo, el PNAC describe su objetivo principal, que es ver al mundo entero dominado por el poder militar global estadounidense. El documento describe cuatro objetivos principales para el ejército estadounidense, que son:

“defender la patria estadounidense; luchar y ganar decisivamente múltiples guerras simultáneas en grandes teatros de operaciones; llevar a cabo los deberes de 'policía' asociados con la configuración del entorno de seguridad en regiones críticas; y transformar las fuerzas estadounidenses para explotar la 'revolución en los asuntos militares'”. Aquí se puede ver que el PNAC ya estaba planeando un cambio importante en la política exterior de Estados Unidos y que tenía una agenda belicista. Esta agenda militarista se iba a sentir en todo el mundo".

Además del hecho de que querían que el ejército estadounidense, “Luchar y ganar decisivamente múltiples guerras simultáneas en grandes teatros de operaciones”, el PNAC también presionó para que la disuasión nuclear de Estados Unidos se basará “en una evaluación global de la red nuclear que sopesara toda la gama de amenazas actuales y emergentes, no simplemente el equilibrio entre Estados Unidos y Rusia” y para que Estados Unidos “desarrollara y desplegará defensas globales contra misiles para defender la patria estadounidense y a sus aliados, y para proporcionar una base segura para la proyección del poder estadounidense en todo el mundo”.

La frase “amenazas actuales y emergentes” en realidad significa cualquier nación que actualmente o en el futuro amenace el dominio global de Estados Unidos, como China y Rusia.

Esta noción se prueba aún más por el hecho de que el PNAC quería que Estados Unidos reposicionar a  su país.

“Fuerzas con base permanente en el sudeste de Europa y el sudeste de Asia” y cambiar “los patrones de despliegue naval para reflejar las crecientes preocupaciones estratégicas de Estados Unidos en el este de Asia”.

De esta manera, Estados Unidos podría estar siempre atento a sus rivales y contrarrestar rápidamente cualquier movimiento militar que estos pudieran realizar. Además de querer asegurar el dominio estadounidense sobre el planeta, el PNAC también quería trasladar el ejército estadounidense al espacio.

El grupo abogó por los estadounidenses, “el control de los nuevos 'bienes comunes internacionales' del espacio y el 'ciberespacio'” y para que Estados Unidos “allanara el camino para la creación de un nuevo servicio militar - las Fuerzas Espaciales de Estados Unidos - con la misión de controlar el espacio”.

Al defender el control estadounidense del espacio, el PNAC también abogaba por la destrucción de la tradición de larga data de que el espacio debía utilizarse con fines pacíficos, como se puede demostrar en la Resolución para la Prevención de la Carrera Armamentista en el Espacio Ultraterrestre, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007, que reafirmó el Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967, que en sí mismo afirmaba que el espacio debía permanecer desmilitarizado. Fue este grupo de estadounidenses militaristas y belicistas el que llevaría a Estados Unidos a tratar de dominar el mundo en el siglo XXI tomando los planes originales y tergiversándoles para facilitar una política exterior basada en una mentalidad de “la fuerza hace el derecho”, lo que llevaría a Estados Unidos a convertirse en el primer imperio verdaderamente global del mundo.

Sin embargo, con el ascenso de los neoconservadores, primero con el grupo de expertos Proyecto para el Nuevo Siglo Americano y luego en la forma de,

  • Donald Rumsfeld
  • Dick Cheney
  • Pablo Wolfowitz
  • Condoleezza Rice,

...como miembros del gabinete de la administración Bush, una visión que veía la caída de la Unión Soviética como una oportunidad para que Estados Unidos se convirtiera en un imperio de pleno derecho se arraigó profundamente en la psiquis política y militar estadounidense.

Ellos imaginaron un mundo en el que Estados Unidos sería la potencia económica, política y militar dominante y cuyos enemigos y rivales potenciales estarían bajo control.  Todo lo que necesitaban era un incidente para que esto fuera posible y los devastadores ataques del 11 de septiembre proporcionaron una excusa para que Estados Unidos se convirtiera en dios del mundo. En El inicio de la decadencia imperial. En EE.UU. los derechos de sus ciudadanos estaban siendo restringidos en nombre de la guerra santa contra el terrorismo e inclusive con una Ley que permitía al gobierno espiar ilegalmente a sus ciudadanos sin una orden judicial.

Por lo tanto, Estados Unidos utilizó el 11 de septiembre como casus belli para lanzar un ataque contra Afganistán, aunque más tarde se supo que Estados Unidos ya había planeado invadir Afganistán antes de los ataques. También se supo que el 11 de septiembre, una vez informado de los ataques, Donald Rumsfeld ordenó a sus ayudantes que encontrarán un vínculo entre los ataques y Saddam Hussein para crear un pretexto para invadir Irak.

Poco después de la invasión de Afganistán, Estados Unidos fracasó en su intento de derrocar encubiertamente al gobierno de Hugo Chávez, de Venezuela, inició su campaña de mentiras y engaños sobre las instalaciones nucleares de Irán y organizó varios levantamientos pseudo democráticos en Europa del Este para asegurar que Rusia se mantuviera rodeada de un cerco prooccidental. Estados Unidos dirigió entonces su atención al continente africano, donde estableció un comando continental para combatir la influencia de naciones rivales como China.

Sin embargo, en el interior del país, debido a la incompetencia de Washington y a la codicia de los banqueros de Wall Street, Estados Unidos sufrió una recesión masiva que tuvo efectos dominó en todo el mundo.

En esta última entrega de la serie, se realizará un análisis de la política exterior y las aventuras militares recientes de Estados Unidos, y se concluirá con una predicción de lo que puede deparar el futuro al Imperio.


Conclusión

Un Estado profundo ha terminado por consumir la capacidad de los Estados Unidos de influir en los acontecimientos, sirviendo únicamente para cercar a Rusia. Por otro lado, tenemos a Rusia y China, juntos en un interés compartido de detener el despreocupado avance de Estados Unidos. Un Moscú y Pekín coordinando juntos con el fin de poner fin al momento unipolar de los Estados Unidos tan pronto como sea posible.

Un estado profundo dentro del centro del poder de los Estados Unidos, un gobierno sionista que han sido elegidos por Dios para guiar a la humanidad. Como el gobierno de Joe Biden o el que venga, llevando a una situación de una guerra nuclear, un hecho ahora bien establecido. Entonces, presumiblemente convencerán a su población estadounidense de participar en una guerra al otro lado del océano en la que no quieren estar sumergido.

Por ejemplo:  En una democracia, el pueblo tiene voz y voto en el asunto a través de sus representantes electos, y en Estados Unidos sólo el Congreso puede declarar guerras. Pero, con voz o sin ella, siempre se puede hacer que el pueblo obedezca las órdenes de los líderes. Eso es fácil. Basta decirles que están siendo atacados y denunciar a los pacifistas por falta de patriotismo y por exponer la nación está en peligro.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el MI6 británico y la CIA crearon y apoyaron a grupos terroristas de derecha en toda Europa en los que murieron muchos inocentes. El objetivo era culpar del terrorismo a grupos de izquierda, utilizando una "estrategia de tensión", y así ganar apoyo para más poderes gubernamentales.

Las guerras es una prueba absoluta de la complicidad del gobierno de Estados Unidos en la venta internacional de armas, sino miren las pruebas del financiamiento a través de todos paquetes de ayuda de cientos y cientos de miles de millones de dólares a Ucrania, ni hablemos la ayuda financiera que se realiza bajo la mesa. Un Estados Unidos, utilizando a Israel como justificación en un trampolín en una guerra en Medio Oriente contra Irán y gracias a los paquetes de ayuda a Israel. Señalando a Irán, considerándolo como un "enemigo" y oficialmente designado "Estado patrocinador del terrorismo", lo cual es deliciosamente irónico. De hecho, Estados Unidos está ayudando a Israel contra una guerra contra Yemen, Líbano, Irak, Siria y Gaza; la guerra ya comenzó en Medio Oriente, aunque nadie le prestara atención.

Claro, un pueblo no quiere la guerra. Naturalmente, la gente común no quiere la guerra; ni en Rusia, ni en Inglaterra, ni en Estados Unidos, ni tampoco en Alemania. Eso se entiende. Pero… después de todo, los líderes de naciones de la Elite Global (el “Estado Profundo”) son quienes determinan la política y siempre es sencillo arrastrar al pueblo, ya sea una democracia, una dictadura fascista, un parlamento o una dictadura.

Una Elite Global con una codicia con el deseo utópico de controlar cada decisión en cada rincón del mundo, con poderes para determinar e influir las política interna y externa de las naciones.

De ahí que los lobos pongan a los corderos a matar, asesinar y estrangular, y los corderos obedecen no porque gocen con ello, sino porque quieren imitar; y aun entonces los matadores tienen que inventar conflictos por intereses, por la defensa, por las amenazas a la libertad, contra el terrorismo, por venganza, para hacer que la mayoría de los corderos actúen como lobos. Esta explicación parece admisible. ¿Esto implica que hay dos razas humanas, por así decirlo, la de los lobos y la de los corderos? Además, ¿cómo es que los corderos pueden ser tan fácilmente inducidos a obrar como lobos si no estuviera en su naturaleza hacerlo? Presentando una naturaleza humana de violencia para ir a la guerra por cualquier pretexto. Por lo tanto, tenemos a la Élite Global gobernante haciendo el papel de cordero y de lobo, y una humanidad haciendo de corderos.

Tenemos a esos gobernantes del Orden Mundial dominando el mundo usando las fuerzas más destructivas para exterminar a sus «enemigos» y con la posibilidad de que ellas mismas dirijan al mundo a un camino hacia el holocausto. Ellos están llevando a la naturaleza humana para destruir, que está arraigada en ella la necesidad de usar la fuerza y la violencia contra naciones presentándose como justificadas, pero en realidad es una mentirosa justificación como la lucha contra el terrorismo.

Esos hombres que dominan el mundo imponiendo un Nuevo Orden, son unos codiciosos por poder y egoístas, sin renunciar a las ventajas personales para el beneficio propio; pero en realidad son un “estado profundo” cruel y con ambiciones malignas para crear caos en el mundo. Tales hombres —que en la vida ordinaria probablemente se mostrarían mostrándose haciendo el papel del bien que mal, pero a la larga terminan creando el caos— llegan a puestos de poder desde los que mandan a millones de hombres y controlan las armas más destructivas, causando daños inmensos. Un mundo de Estados poderosos y soberanos («soberano» significa no sometido a ninguna ley moral que restrinja la acción del Estado soberano), pueden destruir a la especie humana. Son unos psicópatas con poder extraordinario y es el principal peligro para la humanidad, y no el simple ordinario malvado o el sádico. Tienen el poder financiar con millones de dólares para las armas para hacer la guerra, para generar más odio e indignación, la destrucción y el miedo para hacer que millones de hombres arriesguen la vida por interese creados. Ese Estado Profundo, dentro del gobierno estadounidense que dirigen el Orden Mundial son los que desencadenan las guerras; no son sus causas, como tampoco lo son los cañones y las bombas hacia sí mismos. Llevando a la humanidad a una guerra nuclear, de impulsos destructores de destrucción, estas son las energías que se utilizan contra nosotros y que han contribuido al estado en el que se encuentra el mundo de hoy.

Como la guerra de Ucrania es por intereses, cuyo objetivo principal es dejar el Estado ucraniano en bancarrota y tomar sus grandes riquezas que posee bajo su suelo: hierro, titanio, litio, cobalto, grafito, petróleo (sobre su territorio y alta mar frente a la costa de la Península de Crimea) y ni hablemos del abundante de recurso energético de gas.  Si gas y nadie habla de ello. Ahora te darás cuenta porque algunas naciones europeas están muy interesadas en apoyar a Ucrania. También es una justificación en un intento para suprimir y encerrar el poder de Rusia. Es por eso vemos al gobierno de Washington autorizando al gobierno de Zelensky para realizar ataques dentro del territorio ruso, ni olvidemos de las incursiones de drones contra edificios, centrales eléctricas, refinerías de petróleo entre otros, con la finalidad de provocar a Moscú que cometa un error en realizar el primer ataque sobre un territorio de la OTAN. Pero Putin es muy prudente en sus acciones.  Y si Moscú no reacciona con las provocaciones, lo único que le queda es crear un conflicto de falsa bandera contra un país aliado, de tal manera provocar una justificación para que Europa participe en la Guerra contra Rusia. Como por ejemplo drones o misiles rusos lanzados sobre algún territorio aliado causando daños, pero en realidad van ser plantados por ellos mismos. En una palabra, van a crear un evento escenificados de falsa bandera en un intento desatar aún más la guerra y ahí se convertirá en la Tercera Guerra Mundial.

¿Por qué utilizar banderas falsas?


La clásica falsa bandera se utiliza para crear atentados para justificar un conflicto o un golpe de estado para derrotar a un gobierno o el pretexto para una invasión a otra nación. Pero existen numerosas motivaciones para utilizar banderas falsas. Así, como los eventos de falsas banderas se ha utilizado a lo largo de toda historia para iniciar cambios por intereses creados. Problema-Reacción-Solución. Si el cambio que quieren los líderes no va a ser deseado o aceptado por la población, entonces la bandera falsa es una excelente herramienta para implementar dicho cambio. Entonces la bandera falsa es una herramienta de manipulación (engaño) para dirigir las opiniones y acciones a la población. Este modelo de problema-reacción-solución de bandera falsa no es más que una herramienta de los ingenieros sociales que dirigen a los actores en el escenario mundial.

 

Falsas banderas fallidas

 

Algunos terrorismos son orgánicos, es decir, no están patrocinados por el Estado ni son creados y controlados por los globalista. Algunas banderas falsas tienen víctimas reales. Debido a que algunas banderas falsas no parecen tener víctimas reales, lo que por definición significa que no hay evidencia directa verificable de muertes reales. Es importante investigar esos casos de terrorismo real y muertes reales para compararlos con los eventos de bandera falsa completamente montados. Proporcionando así una línea de base para comparar eventos verificables conocidos con eventos simulados sospechosos.

 

Existe un Narrativa oficial

 

Existe una planificación a la creación de la narrativa, la "historia oficial", como el resto del plan combinado. No sólo en la narrativa misma sino en el control de la difusión de la narrativa.

 

La narrativa es tan importante como el evento principal en sí. En particular, si el acontecimiento es precipitado, es posible que la narrativa tenga que llevar la operación. La narrativa es lo que marca el tono, identifica al villano, a la(s) víctima(s), crea el ambiente e impulsa el mensaje propagandístico del evento.


La Narrativa Oficial ES el evento para la mayoría de la gente, pero especialmente para los consumidores de noticias. Por eso está bien planificado y elaborado. La narrativa también puede ser una señal reveladora de un evento de bandera falsa. La narrativa oficial es mucho más fácil de impulsar y controlar cuando los medios están controlados por los corporativos global.

Si usted observa de manera objetiva a los principales medios de comunicación y su interpretación de los acontecimientos mundiales, su carácter omisivo y engañoso pronto se hace ver muy claro la narrativa. La cobertura, que es popularmente llamada "noticia", es en realidad más que un mecanismo de propaganda, diseñada para persistentemente dar forma a la opinión pública a favor de la guerra.

¿A quién beneficia la guerra?

 Ciertamente la gente no es partes en el conflicto.

La gente es siempre quien sufre en la guerra; sus futuros son arruinados y sus vidas destruidas. En medio del miedo, las gentes van hacia su gobierno que los proteja y no hay duda que ese mismo gobierno es el que está involucrado en la guerra. La guerra es un negocio sucio que se beneficia de la muerte y la destrucción, mientras genera dinero sangriento para los especuladores.

A las personas se les dice que miren hacia otro lado, fuera de su país – donde supuestamente reside el "enemigo". ¿Pero y si el verdadero enemigo está en el interior del país, y viste trajes caros, no turbantes?

¿Y si él habla su idioma mientras vive en el lujo y envía sus hijos a estudiar a Princeton, Yale y Harvard?

Mientras tanto, sus hijos de la gente son enviados a luchar en guerras fraudulentas para los intereses corporativos disfrazados de "patriotismo". Esto es de hecho patrioterismo - un fervor nacionalizado de agresión, basado en la noción de la supremacía, y por lo general fundada en un afán de poder y riqueza. Este modo de pensar, por supuesto, no es nuevo y no es diferente del nacionalismo extremo de Adolf Hitler, o del fascismo.

Hoy estamos viviendo bajo el imperio de los oligárquicos de un Estado Profundo, que consolidan continuamente el poder con el fin de controlar y confinar a la humanidad mientras metódicamente nos despojan del poder de gobernarnos a nosotros mismos.

Una de las mejores maneras de lograr sus objetivos, es mantener a la gente con un miedo constante de amenaza de guerra y de terrorismo, que en realidad los mismos gobiernos suelen crear o patrocinar y financiandola.

La promoción constante de una invasión rusa contra Europa o el terrorismo en Medio Oriente en los medios de comunicación convencionales, para asustar al pueblo a una mayor sumisión, y eso involucra cada vez a mayores pérdidas de los derechos y libertades personales.  Existe una censura para asustar siempre al público en general.

Esta política garantiza la financiación constante del complejo militar-industrial, que, desgraciadamente, se ha hecho cargo al gobierno.

La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder gobernante del mundo. Una humanidad gobernada, dejándose moldear la mente, sus gustos, las ideas sugeridas, en gran medida por hombres de los que nunca hemos oído hablar y por un sistema de internet de control.

FIN


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